Siguiendo estos pasos sencillos, mantendrás tu turmalina negra cargada y lista para purificar tu entorno.
En el espiritismo y la sanación con cristales, pocas piedras poderosas son tan valoradas como la turmalina negra. Conocida por sus propiedades protectoras y purificantes, esta gema se ha utilizado durante siglos para alejar las malas energías y promover un ambiente de paz y equilibrio.
Aunque la turmalina puede encontrarse en varias tonalidades, como verde, azul o gris, la alternativa más común y poderosa es la de color negro oscuro, que favorece la armonía en todos sus aspectos.
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De acuerdo al sitio Cosmpolitan, para mantener su efectividad, es vital limpiar la turmalina negra regularmente. Según expertos como Silvia Hill, autora de Secretos de la sanación con cristales, minerales y piedras preciosas, una práctica efectiva es exponer la piedra a la luz de la luna llena.
Este ritual mensual o quincenal libera las energías negativas absorbidas. Alternativamente, sumergirla en agua con sal o simplemente en agua corriente permite que las energías fluyan y se disipen.
Llená de armonía tu vida con una piedra preciosa. (Foto: Freepik)
Una vez que limpiaste bien tu turmalina negra, es momento de recargarla para asegurar que mantenga sus propiedades protectoras y purificantes.
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Cargá la turmalina negra con la energía de la luna llena. (Foto: Pixabay)
La turmalina negra no solo es conocida por sus propiedades espirituales, sino también por sus múltiples beneficios a nivel físico. Entre los más destacados se encuentran:
