La ministra de Igualdad Ana Redondo, ha defendido este martes en el Pleno extraordinario del Congreso de los Diputados que la Ley de Paridad garantizará que «las mujeres puedan desempeñar las máximas responsabilidades». Así se expresó en el debate de este Proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres para pronunciarse sobre las enmiendas que sobre esta norma incluyó el Senado y que en opinión del Grupo Socialista suponían recortes importantes a los derechos de las mujeres , dejando una «ley descafeinada». Redondo recordó en la defensa de su norma a mujeres como Clara Campoamor, Emilia Pardo Bazán María Moliner y Federica Montseny porque «caminamos sobre las huellas de estas mujeres» que hacen que «España sea un referente en igualdad» y que hoy «volvamos a ser la esperanza de que un mundo mejor es posible cuando el negacionismo de la igualdad crece y se avanza hacia el retroceso, España da la cara por la igualdad. Por todo esto me siento muy orgullosa de este Gobierno feminista que ha impulsado esta ley», proclamó. La diputada Patricia Rodríguez, del PP, comenzó su intervención recordando que «hace un año el PP ganó las elecciones» y que tenía que estar gobernando, para luego referirse a la «fallida» ley del 'sólo sí es sí', a la 'ley Trans', todas de la etapa de Irene Montero. También se pronunció sobre el cese de la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, «por la nueva trama» del PSOE de los puntos violetas, sin olvidarse del «escándalo de la mujer de Pedro Sánchez», para pedir en el Hemiciclo que decaiga el actual Gobierno. Según Rodríguez, la salida de García por la puerta de atrás de Ferraz y del Ejecutivo tiene que ser el preludio de la tercera carta que redacte Pedro Sánchez. Por su parte, Milena Herrera, del Grupo Socialista, aseveró que con la norma que se debatía « se acabó que las mujeres tengamos que pedir permiso y perdón«. «Con esta ley nuestro país será mejor. No hay argumento posible contra esta ley que quiere acabar con una anomalía democrática». «Este avance lo haremos muy a pesar de la derecha y de la ultraderecha, que sigue sin aceptar» que «si las mujeres somos la mitad de la población tenemos que tener la misma representación» en todos los ámbitos de poder. Además, remarcó Herrera: «Las feministas no somos unas supremacistas contra los hombres, solo queremos la igualdad». También afeó los cambios introducidos por el PP como la eliminación de las listas cremallera porque en su opinión «no han entendido nada y quieren que las mujeres sigamos infrarrepresentadas». Esther Gil, de Sumar, defendió la norma para que «la igualdad sea una realidad en los distintos estratos de la sociedad» y reivindicó el papel de las abuelas «entre pucheros» porque junto a las madres reivindicaron el trabajo de las mujeres, y criticó la ley a la que calificó de «elitista» porque « olvida a las mujeres que se enfrentan a las fatiguitas del día a día « porque» la mayoría de las mujeres no están para romper el techo de cristal. La igualdad pasa por el acceso a determinados puestos, sobre todo para las madres monomarentales«, y avisó a los »señoros de la ultraderecha que no vamos a retroceder ni para coger impulso«. Por el grupo Vox tomó la palabra Rocío Aguirre Gil de Biedma, quien manifestó que rechazan la ley «porque trata a las mujeres como seres incapaces de llegar a puestos de responsabilidad por nosotras mismas. Y porque con esta ley nos quieren llevar a un régimen bolivariano«. »Esta ley es un paso de Sánchez para acabar con los contrapesos de la democracia«, concluyó, y se refirió también al cese de la la directora del Instituto de las Mujeres, »esto no es un bulo, esto es corrupción del Gobierno« . La Ley de Paridad, según el Ministerio de Igualdad, «busca garantizar la representación efectiva de las mujeres en los ámbitos decisorios de la vida política y económica, de forma que se avance en la consecución del ejercicio real y efectivo del principio constitucional de igualdad. Para ello, introduce modificaciones sustanciales en distintas normas del ordenamiento jurídico español». «La meritocracia sin paridad no es posible. Se trata de romper los techos de cristal. Se trata de avanzar de forma real en la igualdad entre hombres y mujeres y cumplir con el mandato constitucional y los mandatos europeos», defendió Ana Redondo cuando el Consejo de Ministros aprobó la ley en diciembre del año pasado.