Los termómetros llegarán ya este martes a los 38 grados en Castilla y León y se espera que esta segunda ola de calor del verano deje el mercurio por encima de los 40º durante varios días, lo que unido a un «aumento de viento» lleva a un escenario en el que aumenta de forma «significativa» la «probabilidad de ignición y de la capacidad de propagación de un incendio». Por ello, como ya hiciera la semana pasada, la Junta ha declarado la alerta por incremento de riesgo meteorológico, que implica restricciones en actividades al aire libre: ni barbacoas, ni fuegos artificiales ni maquinaria en el monte . Desde la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio extienden la alerta para los días 24, 25 y 26 de julio. Las temperaturas más altas se esperan para mañana miércoles y el jueves -con todas las provincias salvo Burgos bajo alerta de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)-. El viernes se confían en que empiece a remitir la ola de calor, pero aún así se mantiene la alerta, ya que, pese a la «mejoría», «existe un efecto progresivo y acumulativo de disminución de la humedad de los combustibles» y «un incremento de la inestabilidad y de la intensidad del viento». Ante «esta situación especial» se establecen prohibiciones y limitaciones en torno a actividades con «mayor probabilidad de originar incendios» en el medio natural y se hace un llamamiento especial a la ciudadanía para que «extreme su precaución». «Cualquier mínima imprudencia puede dar lugar a una situación de riesgo de gran incendio forestal» , señala la Junta, cuya declaración de alerta implica adoptar acciones organizativas extraordinarias en el operativo de extinción. En concreto, se prohíbe encender fuego en el monte en todo tipo de espacios abiertos, así como en zonas recreativas y de acampada, incluso en las zonas habilitadas para ello; el uso de barbacoas situadas en espacios abiertos en el medio natural o a menos de 400 metros del mismo; y el uso del fuego y de fuegos artificiales, cohetes o artefactos de cualquier clase que contengan fuego , cuyas autorizaciones quedan suspendidas. El uso de maquinaria que, en su funcionamiento habitual, despida chispas o descargas eléctricas como sopletes, soldadores y radiales, queda también restringida tanto en el monte como en una franja de 400 metros a la redonda. En cuanto a la utilización de maquinaria agrícola como cosechadoras o empacadoras, no se aplicará ninguna medida complementaria a las que ya establece la orden para toda la época de peligro alto. Se debe suspender la actividad cuando la temperatura sea superior a 30 grados y la velocidad del viento supere los 30 kilómetros por hora, y es obligatorio tener a mano los medios de extinción y el personal suficientes para controlar los posibles incendios que se puedan originar como consecuencia de la labor. Desde Medio Ambiente apuntan que en los últimos días se están produciendo «reiteradas» incidencias provocadas por las cosechadoras por el contacto de elementos metálicos con el suelo o por deflagraciones de las máquinas por un mal mantenimiento de estas. «Se recomienda posponer las labores no urgentes, evitar los trabajos en las franjas horarias de mayor riesgo y mantener la máxima precaución», concluyen en un comunicado desde Medio Ambiente.