En verano de 2019, antes de la sentencia judicial del referendo del 1-O y el estallido de las protestas de Tsunami Democràtic, el jefe de gabinete de Carles Puigdemont viajó a Moscú con un plan manuscrito para lograr un acuerdo de apoyo a la independencia de Cataluña con dos altos funcionarios y la inteligencia de Rusia, según la Policía. El equipo de Puigdemont buscaba la creación de estructuras propias con ayuda oficial rusa para una ruptura unilateral con España. Ese plan figura como prueba en un informe policial que concluye que Puigdemont y su jefe de gabinete, Josep Lluis Alay , junto con el abogado Gonzalo Boye , tenían «una estrategia que compromete la integridad territorial y la soberanía de...
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