El Gobierno prorrogó hasta el 31 de diciembre de 2024 la posibilidad de importar bienes de la canasta básica sin el pago de IVA ni Ganancias. La medida había sido oficializada por primera vez el 15 de marzo y estaría vigente por 120 días.
La medida también redujo el plazo de pago de estas importaciones y dispuso que podrán disponer de los dólares para concretarlos en 30 días, a diferencia de otros esquemas en los que los pagos se realizan a los 120 días.
La medida se anunció ante las subas de precios de los alimentos que se dio luego de la devaluación de diciembre, mes en que los alimentos anotaron una suba de casi el 30%. Este nivel fue seguido de bajas escalonadas, al igual que el índice general de precios. La expectativa era que las importaciones permitieran el ingreso de productos a un menor precio.
En un primer relevamiento del funcionamiento de la medida, desde el Gobierno destacaron que los precios de los productos en los que se registraron importaciones subieron hasta 18% contra una inflación acumulada en el mismo período del 36,7%.
En el segundo trimestre, las importaciones de los productos de la canasta básica y de medicamentos aumentaron un 13% y 16% respectivamente, según datos oficiales conocidos luego de que terminaran los 120 días iniciales de la medida.
Los principales aumentos en las importaciones entre los alimentos los tuvieron el café, té, yerba mate y especias, cuya compra al exterior aumentó un 81%, mientras que el azúcar, el cacao y los artículos de confitería aumentaron sus importaciones un 51%.
Los precios de los alimentos desde enero aumentan por debajo de la variación general de precios a excepción de mayo, cuando aumentaron 4,8% mientras que la inflación fue de 4,2%.
Datos oficiales dan cuenta de que la baja de precios en los productos de la canasta básica los llevó de subir un 2% en la segunda semana de marzo, antes de la implementación de la medida, mientras que en la última semana de junio, cuando culminó el plazo inicial de la medida (120 días), la variación fue del 0,5%.
Según la consultora LCG, que hace un seguimiento semanal de los precios de alimentos y bebidas, en la segunda semana de marzo la variación fue del 3,3% mientras que en la tercera de junio fue de 0,6%. La desaceleración hacia las últimas semanas del mes es algo que se verificó en todos los meses y que responde a la dinámica del consumo cercana a la fecha de cobro.
Productos que ya eran importados, como la banana, entre marzo y junio redujo su precio un 19%, mientras que el cacao en polvo tuvo un recorte del 6% y el atún no registró subas. Por otro lado, el café aumentó 3%.
Según analizó Osvaldo del Río, CEO de Scentia, la evolución de los precios de la canasta básica no responde a los productos importados porque no se trata de un volumen relevante: "Hay una desaceleración importante en el precio, hasta aquí siempre algo más notorio que el IPC general, al menos un punto menos. Y es más notorio en productos empaquetados de alimentos, bebidas, limpieza y cosmética. Pero la baja responde a una caída del volumen general de ventas. Si los precios aumentan, se vende menos aún".
Tras el anuncio de marzo, los supermercadistas señalaron que iban a avanzar en tres etapas. La primera estaba destinada a la recomposición de stocks, a través de recuperar mercaderías que eran de origen importado tradicionalmente, como atún, café o palmitos. En una segunda etapa se enfocó en un surtido más amplio y recuperarían productos que habían perdido regularidad, como cervezas y pastas. Esta etapa es la que termina ahora.
Según analizaron desde el sector, los precios de los productos que ya ingresaron hasta ahora se ubican en promedio un 20% por debajo de las marcas líderes locales.
Por último, hay una tercera etapa, que incluye nuevos productos que no se importaban previamente. Esta etapa estaba prevista para desarrollarse entre agosto y diciembre, plazo contemplado desde antes de la ampliación anunciada esta semana.
Francisco Zoroza, director de Asuntos Corporativos de Carrefour Argentina, destacó que algunos de los productos importados hasta ahora tuvieron un buen desempeño: "Palmito, champiñones y ananá en lata están funcionando muy bien. Son opciones de algo que acá no se produce y que es bien recibido".
Según datos del Indec, en junio las importaciones de alimentos y bebidas básicos para el hogar cayeron un 36,3% y representaron u$s 28 millones. Esta misma categoría en el primer semestre cayó 28,4% y demandó u$s 228 millones.
