Este fenómeno, popularmente conocido como «desierto florido», ha desatado colores vibrantes en un paisaje que normalmente está dominado por el polvo y las rocas. Un Cambio Climático Visiblemente Real El contexto detrás de este evento asombroso está profundamente ligado al cambio climático. En los últimos años, el desierto de Atacama ha experimentado un aumento significativo […]
Desierto de Atacama en flor.
Este fenómeno, popularmente conocido como «desierto florido», ha desatado colores vibrantes en un paisaje que normalmente está dominado por el polvo y las rocas.
El contexto detrás de este evento asombroso está profundamente ligado al cambio climático. En los últimos años, el desierto de Atacama ha experimentado un aumento significativo en las precipitaciones debido a cambios en los patrones climáticos globales. Si bien el cambio climático es a menudo interpretado a través de datos y proyecciones, el florecimiento del Atacama proporciona una evidencia visual contundente de sus impactos.
Según la Pontificia Universidad Católica de Chile, en los últimos 40 años se han producido 15 de estos eventos. El Dr. Carlos Espinoza, climatólogo de la Universidad de Chile, explica: «Esta floración es un fenómeno distintivo causado por un aumento en las lluvias. Generalmente, en Atacama, la vida vegetal está en estado latente, esperando la humedad necesaria para florecer. La reciente anomalía climática proporcionó precisamente eso».
Flores del desierto de Atacama, en Chile
Es importante señalar que el desierto florido es, de hecho, un fenómeno habitual. Sin embargo, según los expertos, el de este año es el florecimiento más espectacular en casi dos décadas. Carina Martínez, investigadora del Banco de Semillas del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) de Chile, explicó a BBC Mundo que esto convierte el evento en algo bastante especial. «Esto sólo ocurre cuando el fenómeno de El Niño altera el patrón de lluvias», dijo Martínez.
César Pizarro, encargado de la biodiversidad en la Corporación Nacional Forestal (Conaf), contó a Reuters que las floraciones aún no son lo «suficientemente extensas para ser consideradas parte del desierto florido». Sin embargo, Pizarro resaltó que se esperan más lluvias, por lo que la floración podría extenderse a un área más grande.
Desde un punto de vista ecológico, la floración del desierto tiene profundas implicaciones. La explosión temporal de vida vegetal estimula el ecosistema desértico, apoyando a insectos, roedores y aves que dependen de las flores y sus semillas para alimentarse.
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Este fenómeno no solo altera el equilibrio ecológico actual sino que también tiene ramificaciones a largo plazo en la biodiversidad local. «Es un recordatorio de la capacidad de la naturaleza para adaptarse”, apunta el Dr. Espinoza, «pero también una señal de los persistentes cambios que están ocurriendo en nuestro clima».
En 2022, el presidente chileno, Gabriel Boric, reconoció oficialmente la «deuda con la protección del ‘Desierto Florido’, en particular con la protección de Atacama». Esta declaración culminó en 2023 con la creación oficial del Parque Nacional Desierto Florido, que busca salvaguardar la biodiversidad del lugar y el fenómeno de la floración del desierto.
A pesar de los esfuerzos por aumentar la conciencia y protección, han surgido polémicas. El 7 de julio de 2024, se viralizó un video en las redes sociales donde se ve a una mujer pisando las flores, algo estrictamente prohibido. Al ser increpada, la mujer respondió que no le importaba, lo que desató una reacción generalizada de indignación.
Turistas pisando las flores del desierto.
La floración del Atacama también implica desafíos y oportunidades desde la perspectiva de conservación. Si bien trae un aumento en el turismo, esto podría perjudicar el frágil ecosistema si no se maneja adecuadamente. Las autoridades locales y organizaciones ecológicas están redoblando esfuerzos para proteger las áreas más vulnerables, implementando regulaciones estrictas y fomentando prácticas sostenibles entre los visitantes.
Además, este evento subraya la urgencia de abordar las causas del cambio climático. «Lo que estamos viendo en Atacama es solo una pieza del rompecabezas más grande», indica el Dr. Espinoza. «La adaptación de la naturaleza es impresionante, pero debemos ser conscientes de que estos cambios son un indicativo de problemas climáticos más amplios».
La demanda del litio está aumentando en todo el mundo, pero la minería está provocando diversos conflictos. En los pueblos del desierto de Atacama en Chile, el agua para las personas y los campos es cada vez más escasa.
Sin embargo, la conservación no sólo se limita a la gestión de los turistas, sino también a los impactos de las actividades industriales. En todo el territorio de Chile, varias empresas mineras han sido acusadas de violaciones de derechos ambientales. Por ejemplo:
Barrick Gold, la empresa encargada del proyecto, ha enfrentado múltiples sanciones por daños al medio ambiente, incluidos impactos negativos en los glaciares y contaminación de recursos hídricos.
Esta es la mina de cobre más grande del mundo, y ha sido objeto de críticas por su manejo de los recursos hídricos en la cuenca del Salar de Atacama, afectando tanto al ecosistema local como a las comunidades indígenas.
La extracción de litio, liderada por empresas como SQM y Albemarle, ha sido criticada por su alto consumo de agua en una región ya vulnerable, exacerbando la escasez hídrica y afectando la biodiversidad local.
Estos ejemplos subrayan la necesidad urgente de una gestión ambiental más estricta y responsable para asegurar que la frágil ecología de Chile, incluida la maravilla del desierto florido, pueda ser preservada para el futuro.
