La pérdida de peso sostenible requiere cambios a largo plazo y una alimentación equilibrada.
La preocupación por mantener un peso saludable es un tema recurrente y muchas veces el tópico de la alimentación queda envuelto en confusiones. Cuando la desinformación abunda se genera un clima propenso para tomar decisiones equivocadas. Actualmente, circulan 6 mitos que pueden obstaculizar los esfuerzos de quienes intentan bajar de peso.
Según un artículo de The Objective, estas creencias populares, a menudo sin fundamento científico, influyen en las elecciones diarias sobre qué comer y qué evitar. Desmentir estos mitos es fundamental para adoptar hábitos alimenticios más saludables y efectivos.
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Es común escuchar que comer fruta por la noche provoca aumento de peso. Sin embargo, este mito no tiene fundamento científico. La realidad es que podés disfrutar de una manzana o cualquier otra fruta antes de dormir sin preocuparte por la balanza.
El cuerpo procesa los nutrientes de manera similar a cualquier hora del día, ya que el metabolismo no se detiene durante el sueño.
Una dieta equilibrada incluye una variedad de grupos de alimentos. (Fuente: Shutterstock)
Muchos creen que omitir el desayuno o alguna otra comida es una estrategia efectiva para bajar de peso en el marco de una dieta. Pero cuidado, porque este hábito puede tener el efecto contrario.
Al privarte de alimentos, es probable que después termines comiendo de más por el hambre acumulada. Además, saltear comidas puede afectar tu rendimiento diario y tu humor.
Los carbohidratos no son tus enemigos. De hecho, son fundamentales para que el cuerpo funcione correctamente. Tu cerebro y tus músculos los necesitan como combustible.
Eso sí, no todos son iguales. Es preferible optar por carbohidratos complejos como los que encontrás en:
Cereales integrales.
Verduras.
Los carbohidratos refinados presentes en golosinas y harinas blancas son los que se deben evitar para lograr descenso de peso.
Este es otro mito sin sustento. El agua no tiene calorías, así que no va a hacerte subir de peso. Al contrario, tomar agua durante las comidas puede ayudarte a sentirte más lleno y a comer menos.
No dejes de hidratarte a lo largo del día, tu cuerpo te lo va a agradecer.
No todo lo que dice "light" en la etiqueta es necesariamente saludable. Muchos de estos productos reemplazan las calorías con endulzantes artificiales u otros aditivos.
Antes de comprar, fijate bien en la información nutricional y elegí alimentos que, además de ser bajos en calorías, te aporten nutrientes.
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El consumo excesivo de azúcares refinados puede contribuir al aumento de peso. (Fuente: Freepik)
Sacar por completo las grasas de tu alimentación no es una buena idea. Tu cuerpo necesita ciertos tipos de grasas para funcionar bien.
Las grasas saludables son importantes y hasta pueden ayudarte a sentirte satisfecho por más tiempo. Podés encontrar estas grasas en:
Aceite de oliva.
Paltas.
Frutos secos.
