¿Alguna vez te has preguntado quiénes eran más limpios: los incas del antiguo Perú o los europeos de la Edad Media? La respuesta podría sorprenderte. En una época en la que las prácticas de higiene variaban drásticamente entre culturas, los incas y los europeos desarrollaron métodos muy diferentes para mantener la limpieza.
Mientras que los incas desarrollaron avanzados sistemas de saneamiento y rituales diarios de limpieza, los europeos de la Edad Media y el Renacimiento tenían costumbres higiénicas que, en muchos casos, resultaban sorprendentes para los estándares actuales. A continuación, exploraremos estos contrastes y descubriremos qué civilización tenía mejores hábitos de higiene, según las investigaciones de antropólogos y arqueólogos americanos.
Según las investigaciones de David J. Robinson (1994), Michael A. Malpass (1996), Carmen Bernand y Paul Bahn (1996), y Gordon F. MacEwan (2006), la higiene en la civilización incaica era un aspecto fundamental de su cultura y se caracterizaba por prácticas avanzadas y rigurosas. Los incas, asentados en la región andina, desarrollaron métodos de higiene personal y comunitaria que reflejaban su profundo respeto por el entorno y la salud pública.
En contraste, dichos expertos afirman que la higiene en Europa durante la Edad Media era significativamente menos avanzada. Además, en aquella época, la falta de saneamiento y la ignorancia sobre la importancia de la limpieza contribuyeron a la propagación de enfermedades y epidemias.
En los siglos XV y XVI, los incas poseían sistemas de acueductos y canales de drenaje, lo cual les permitía dar como una de sus prioridades a la limpieza personal y se aseaban en baños termales.
En Europa, durante los siglos XV y XVI, la práctica de bañarse con frecuencia cayó en el Renacimiento con creencias falsas sobre la propagación de enfermedades; sin embargo, esta fue la razón principal, lo cual introdujo a nuevas enfermedades mortales y, cuando invadieron América, destruyeron gran parte de las prácticas sanitarias incas.