Ciencia y tecnología han estrechado sus manos para profundizar todavía más en la ya de por sí extensa riqueza arqueológica de Galicia. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT), ha localizado 180 potenciales yacimientos en la provincia de La Coruña. Estos sitios arqueológicos se extienden por una superficie aproximada de unos mil kilómetros cuadrados entre la ciudad de Santiago de Compostela y la ciudad herculina. El trabajo de identificación de los elementos descubiertos no ha finalizado, pero las primeras visualizaciones han detectado varias docenas de nuevas mámoas y alrededor de veinte nuevos castros. El inventario arqueológico de la Xunta, que forma parte del catálogo del patrimonio cultural de Galicia, cuenta actualmente con unos 20.000 sitios arqueológicos registrados. Esta cifra podría aumentar en los próximos años gracias a la incorporación de nuevas herramientas y técnicas a los trabajos de exploración arqueológica. Además del empleo de imágenes capturadas por satélite, el uso de la tecnología LiDAR está permitiendo nuevos descubrimientos ajenos al ojo humano, incluidos los de esta investigación. Los datos LiDAR consisten en « un escaneo 3D con láser « mediante la instalación de un dispositivo en aviones, helicópteros y drones, explica para este medio César Parcero, uno de los investigadores principales del proyecto Hinterland junto a David González. La gran fortaleza de esta tecnología, que ya se usa en otros sectores como el industrial, el hidrológico o en urbanismo, reside en su capacidad para «eliminar la vegetación» de la visualización y acceder con mayor profundidad al terreno, como si de «unos rayos X» se tratasen. Parcero define esta herramienta como «revolucionaria» para la arqueología , pues también ha permitido localizar importantes yacimientos en otras partes del planeta como Centroamérica o el Amazonas. En el marco concreto del proyecto Hinterland , que finaliza en diciembre de 2024 tras tres años de investigación, los datos LiDAR han desvelado detalles muy interesantes, y hasta ahora desconocidos, de los habitantes castreños de la Galicia de la Edad de Hierro. Por una parte, ha mostrado los grandes esfuerzos que ponían los pobladores en la defensa de sus murallas. «Las estructuras defensivas eran más monumentales de lo que creíamos», identifica Parcero. De forma concreta, han hallado castros con hasta «cuatro, cinco o seis fosos», imperceptibles hasta ahora y expuestos por el escáner 3D. Por otro lado, la investigación ha devuelto nuevos indicios de varias formas de actividad de los antiguos habitantes de la región, entre las que destacan focos de industria metalúrgica en zonas cercanas a los castros. Gran parte de los asentamientos en torno a estos castros localizados en Galicia se remontan a la Edad de Hierro, cuya época de esplendor se fija alrededor de los siglos V y IV a.C., según los investigadores. Con la llegada del Imperio Romano, estas localizaciones se fueron abandonando de forma paulatina. Los castros ubicados en las zonas de costa, entre ellos los de Santa Tecla y Baroña, perdieron a sus últimos pobladores alrededor del siglo I d.C.; mientras que aquellos ubicados en zonas del interior de Lugo y Orense mantuvieron su actividad hasta el siglo III, explica Parcero, quien recuerda que algunos de los castros volvieron a ser habitados temporalmente durante la época medieval. El descubrimiento ya ha sido notificado a los servicios de Arqueología de la Xunta para que sea revisado por su personal técnico, de cara a su eventual inclusión en el inventario arqueológico de Galicia . Parcero confirma que «los más evidentes» serán incorporados al registro de la Xunta. Otros podrían no tener relevancia patrimonial, mientras que no se descarta que algunos yacimientos ya hayan sido inventariados por la Xunta, pero que no estén incluidos en la actualización más reciente de la base de datos accesible para el público. En los próximos meses, el equipo del CSIC realizará trabajos de campo en algunas de estas localizaciones, con el propósito de recopilar más información que ayude a determinar con mayor precisión el valor arqueológico de estas evidencias. Además, los investigadores insisten en el interés de las «herramientas no invasivas» como motor de futuro para «mejorar el conocimiento del rico patrimonio arqueológico de Galicia».
