El fondo marino gallego hace frente a una importante amenaza para su biodiversidad y su sector pesquero. Una investigación dirigida por científicos del grupo BioCost del Centro Interdisciplinar de Química y Biología (CICA) de la Universidad de La Coruña (UdC), en colaboración con personal investigador del grupo BioAplic de la Universidad de Santiago de Compostela, ha detectado la presencia en Galicia del alga asiática invasora Rugulopteryx okamurae . Esta especie ha adquirido bastante notoriedad en España en los últimos años a causa de los importantes daños que está provocando en el sur de la Península Ibérica . Por una parte, su impacto ecológico sobre las comunidades biológicas de los fondos marinos se traduce en la pérdida de su biodiversidad . Por otro lado, afecta directamente al sector de la pesca, llegando a acabar con el 30% de la flota pesquera artesanal en zonas de Andalucía. Este alga se acumula en grandes cantidades e impide el uso de algunas artes de pesca en los lugares donde está presente. También se amontona en las playas, por lo que es necesario quitarla para que los arenales puedan ser utilizables por bañistas. Recientemente se retiraron 23 toneladas en solo dos días en La Línea de la Concepción. El futuro de esta nueva invasión en Galicia es incierto. Las condiciones del litoral de la región son diferentes respecto a las del Estrecho que separa la península del continente africano. Con todo, la población detectada en La Coruña «muestra un comportamiento claramente invasor» , afirman desde la UdC, por lo que «no se puede descartar que pueda acabar causando problemas similares» a los de la zona del Estrecho en un futuro. El caso de Rugulopteryx okamurae pone de manifiesto, una vez más, el riesgo que supone la continua llegada de especies nativas de otras zonas del mundo. La experiencia demuestra que, una vez arraigada, eliminar una invasión biológica es muy costoso y, a menudo, imposible. Existe un consenso generalizado sobre que la previsión y la detección temprana son clave para evitar problemas mayores, por lo que desde ambas universidades han propuesto un sistema de alerta temprana a las autoridades responsables de la conservación de las costas gallegas. Además, este alga cuenta con depredadores naturales como el erizo común de mar que también pueden sumar a la lucha.
