Algunas celebridades usan sus plataformas para promocionar pseudoterapias que, lejos de ser inofensivas, suponen un grave peligro para la salud de las personas
En la era de las redes sociales y la cultura de las celebridades, el poder de influencia de los famosos nunca ha sido tan fuerte. Con millones de seguidores pendientes de cada uno de sus movimientos, los actores, músicos, y otros íconos públicos tienen la capacidad de moldear opiniones y comportamientos a gran escala. Sin embargo, esta influencia también trae consigo una gran responsabilidad, especialmente cuando se trata de temas tan delicados como la salud. Lamentablemente, algunos de estos conocidos están usando su plataforma para promocionar pseudoterapias que, lejos de ser inofensivas, suponen un grave peligro para la salud de las personas.
Las pseudoterapias abarcan una amplia gama de prácticas que no están respaldadas por evidencia científica sólida y que van desde dietas milagrosas hasta «lejía» contra el autismo. El problema radica en que su «fama» hace que muchos seguidores tomen sus recomendaciones como verdades absolutas, obviando la falta de respaldo científico, un peligro que se agrava cuando estas terapias se presentan como alternativas viables a tratamientos médicos comprobados. La desinformación puede llevar a personas a rechazar o retrasar tratamientos efectivos, poniendo en serio riesgo su salud. A nivel colectivo, esta tendencia alimenta la desconfianza en la medicina basada en evidencia y fomenta una cultura de desinformación que puede tener repercusiones a largo plazo.
Desde los colegios de médicos y en cumplimiento de nuestro compromiso con la salud de los ciudadanos, estamos vigilantes a este tipo de iniciativas denunciado estos actos y alertando a las administraciones pertinentes. Especialmente grave son algunos casos en los que médicos sancionados por nuestra corporación se suman a estos actos. El último es el anunciado por el cantante Miguel Bosé y algunos médicos de la plataforma «Médicos por la verdad», organización que cuenta con un expediente informativo abierto por la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial. Junto a ellos, el «curandero» Pamiés, sancionado por la Generalitat de Catalunya por la promoción de tratamientos de clorito de sodio (lejía), declarados nocivos para la salud por distintos informes con evidencia científica, es otro de los cabezas de cartel de este acto.
El Colegio de Médicos de Baleares, en calidad de garante de la protección de la salud de los ciudadanos y la de velar por la defensa del ejercicio de la Medicina adecuado a las buenas prácticas, ya ha denunciado este acto a las autoridades pertinentes, pero es necesario que todos, absolutamente todos, tomemos conciencia de los riesgos asociados con estas prácticas y trabajemos juntos para promover una cultura de información precisa y basada en evidencia. La salud es un asunto demasiado serio como para dejarlo en manos de la desinformación, negacionistas y curanderos.
Tomas Cobo es el presidente del Consejo General de Colegios de Médicos
