La nueva legislatura del Parlamento Europeo, que es clave para los intereses del sector agrario español, comenzó a andar la semana pasada con la elección de las presidentas de esta cámara y de la Comisión Europea, puesto en el que repetirá la alemana Von der Leyen, y con la asignación de los diferentes eurodiputados a las distintas comisiones parlamentarias. En la de Agricultura, que es la que interesa de forma más directa a los agricultores y ganaderos, habrá cuatro españoles: Carmen Crespo, exconsejera de Andalucía, por el PP; Cristina Maestre, por los socialistas; Mireia Borrás, que pertenece al grupo en el que se ha integrado Vox y, por último, el cabeza de lista de Se ha Acabado La Fiesta (SALF), Alvise Pérez, que ha mostrado un especial interés por los asuntos agrarios durante los últimos meses. La presidencia de citada Comisión de Agricultura estará en manos del grupo de eurodiputados liderado por el partido de la italiana Meloni, al haber renunciado los del Partido Popular Europeo (PPE) a ella. Entre las tareas que tendrá durante los próximos cinco años destaca la negociación y aprobación de la nueva PAC, que se debería aplicar a partir del año 2028, cuando entre en vigor el nuevo marco Presupuestario de la UE.
Pero la de Agricultura no es la única comisión parlamentaria a la que los agricultores y ganaderos deben prestar atención. También es vital para sus intereses lo que suceda en la de Presupuestos, que debatirá el ya citado Marco Financiero para el periodo 2028-34. Se trata, ni más ni menos, que de distribuir entre los diversos capítulos de gasto total la cantidad de dinero que se asigne para la PAC en su conjunto y para las ayudas directas de la misma especialmente.
Por otro lado, habrá que estar muy atentos a lo que suceda en la Comisión de Medio Ambiente, la más numerosa del PE, porque allí se debaten muchas de las normas que afectan a los agricultores y ganaderos en el marco del llamado Pacto Verde europeo, iniciativa que según dijo von der Leyen continuará adelante, aunque falta por ver con qué intensidad. Finalmente, también habrá que hacer un especial seguimiento a lo que suceda en la Comisión de Comercio Internacional del PE, que sería la encarga de dar el visto bueno a los acuerdos comerciales que se firmen con terceros países y al polémico asunto de la aplicación de las cláusulas espejo, una de las principales reivindicaciones del sector agrario europeo durante las últimas movilizaciones.
La continuidad de Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea con el apoyo de «los verdes» abre numerosos interrogantes desde el punto de vista de la aplicación del Pacto Verde y de la futura PAC. La alemana repite gracias a los votos de su propio grupo, el Partido Popular Europeo (PPE), de los socialistas, de los liberales-renovadores encabezados por los de Macron y de lo ya citados verdes. Los intereses y propuestas de todos ellos no solo no son los mismos, sino que en algunos casos son contradictorios. Von der Leyen ha ido haciendo promesas al cuarteto y ahora hay que ver cómo se conjugan. Lo que dijo la reelegida presidenta de la Comisión en su discurso fue relativamente bien acogido por los dirigentes agrarios de la UE. Mandó tres mensajes claros: hace falta que el sector agrícola comunitario sea más competitivo; se impone reducir la carga burocrática y el papeleo que asfixia a las explotaciones agrarias y las medidas del Pacto Verde continuarán adelante, aunque con matizaciones. Ahora falta saber cómo combina todo con los intereses de los cuatro grupos que la han apoyado.
Mientras en Bruselas sucedía todo lo anterior, en España también se avecinan cambios. Esta semana cesará en su puesto de secretario general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Fernando Miranda, auténtica mano derecha e izquierda de Luis Planas para la política agraria. No es posible entender lo que ha sucedido, por ejemplo, con el Plan Estratégico de la PAC sin la intervención de Miranda, que ahora se va a ocupar «la canonjía» de la consejería agrícola de España ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) y los organismos de la ONU con sede en Ginebra. Toca buscar sustituto. Entre los nombres que suenan están los del director de Gabinete de Planas, Miguel Rodríguez, y el de Victoria Fernández, «Vicky la mujer de rojo», por el color frecuente de sus vestidos. Aunque esta última no sustituya a Miranda, continuará siendo la que de verdad manda por su influencia y cercanía a Planas.
