Frente a la torre del antiguo Deutsche Bank, donde se ha vendido por 40 millones de euros el ático más caro de la historia de Barcelona, Casa Gràcia ofrece el ambiente social de un hostal, pero con los servicios de un hotel . En su restaurante, situado al fondo de la recepción, el ambiente es cosmopolita y el comensal puede contemplar el trasiego de los clientes, unos con mochilas, algunos con bolsos Louis Vuitton y los más con maletas de ruedas. Casa Gracia es un edificio de estilo neoclásico que se encuentra en los Jardincillos de Gracia, la rótula entre el popular barrio barcelonés y su más prestigioso paseo, una zona considerada «prime» que el ayuntamiento quiere peatonalizar y donde existe una de las mayores densidades de hoteles de la ciudad , pues en pocos metros se encuentran El Palauet, el Casa Fuster, Casa Gracia, los apartamentos Be Mate, el Suites Center o Mr Serrano Apartments. Casa Gracia es el restaurante del hotel del mismo nombre situado en el paseo de Gràcia 116 de Barcelona, frente a Casa Seat. Se trata de un alojamiento social con 146 habitaciones pensado para visitantes que quieran explorar la ciudad y conocer a la gente local en bares, restaurantes y tiendas. Un hostal acogedor con tres ambientes: habitaciones, dormitorios y apartamentos , a partir de 34 euros la noche y una doble por 113 euros. Estar ubicado en el corazón de Barcelona y el trato que se dispensa a los huéspedes, considerados amigos, preside el ambiente «de tranquis» del fondo del restaurante, diseñado como un oasis del buen vivir. Un espacio relajante ideal para una velada o celebración con amigos, o como un momento de relax en medio del caos donde aislarse del ruido sin renunciar a la conexión wifi . Aunque se trata del restaurante de un establecimiento hotelero, no dispone del convencional bufete libre, sino que funciona a través de una carta pensada con primeros platos para compartir, como el atún laminado al toque de soja y wakame o los mejillones en salsa thai como opción vegana y sin gluten. La carta de verano cuenta con ocho nuevos platos, de los cuales tres son para compartir, cuatro principales y un postre . De los principales destaca el cordero a baja temperatura con puré vegetal y yogur, y el chuletón de vaca Simmental con pimientos del piquillo y patatas fritas, el pollo «mar i montanya», deshuesado y relleno de langostino, y la actualización de su hamburguesa clásica Casa Gracia. El único pero que el cronista puede aplicar es a los fetuccine al pesto de la mamma acompañados con láminas de parmesano, porque sirvieron unos insulsos tallarines cuya pasta no era fresca. El postre de requesón con frutos rojos y miel de arce compensó el pequeño desaguisado. El espacio del restaurante tiene un ambiente moderno y tradicional al mismo tiempo. Una barra a mano izquierda forrada de todo tipo de puertas, y una serie de mesas a la derecha, conducen hasta el resto de salas del restaurante, más reservadas en el interior y cada una de ellas con su propia decoración. Una mezcla de estilos que hace sentir al visitante estar en un lugar familiar al encontrarse en un entorno de toda la vida mezclado con ecléctico estilo de aires cosmopolita . Los martes y jueves Casa Gracia organiza, de 9 a 10 horas en su Sala No Mas Té, sesiones de yoga gratis para sus huéspedes con el objetivo de que empiecen esos días de forma relajada. Y cada día a las 10h parte de la recepción un tour por Barcelona para descubrir sus principales lugares de interés, mientras explican los relatos de algunos de los personajes más cautivadores de la historia de la ciudad.
