El desempeño de nuestros ciclistas ha sido bueno en líneas generales, aunque sin victorias. Mikel Landa y Oier Lazkano, los más destacados
No pudo ser. Hace tres semanas, 15 corredores españoles tomaron la salida del Tour de Francia en Florencia. Acabada la carrera, el ciclismo de nuestro país se vuelve de vacío de la carrera más importante del año. Unos han tenido un desempeño mejor de lo esperado, otros han estado por debajo de lo previsto. Pero ninguno ha ganado.
En líneas generales, se puede decir que nuestros ciclistas han hecho de actores secundarios en la carrera, aunque con uno de esos papeles que, sin ser el gran protagonista, sí que les deja espacio para que se les vea en la película.
Los terceros puestos de Juan Ayuso en Valloire y Enric Mas en Superdévoluy han sido, en cuanto a números, lo más destacado. Sin embargo, el listón de 2023 estaba demasiado alto con tres etapas. Aunque duela admitirlo, hay que decir que lo de esta edición ha sido algo así como una vuelta a la normalidad.
Y es que, de las últimas diez ediciones del Tour, en siete se ha quedado España en blanco. También en la clasificación general se han mantenido en un segundo plano, con Mikel Landa -quinto- y Carlos Rodríguez -séptimo- como los mejor posicionados. No está mal, pero tampoco es para tirar cohetes.
Lo más positivo, además del gran desempeño de Landa junto a Evenepoel, fue el prometedor debut de Oier Lazkano. Metido en todos los jaleos, mandando en algunas fugas y hasta fastidiado en sus declaraciones. Buenas sensaciones también de Raúl García Pierna y Cristian Rodríguez. Sobre todo el almeriense, que también se ha metido en varias fugas y hasta logró un cuarto puesto el segundo día en Bolonia.
También ha sido interesante la capacidad de Enric Mas de darle la vuelta a una situación en la que quedó eliminado de la general. Sus fugas en Superdévoluy y en La Couillole permitieron ver que aún tiene las piernas del gran ciclista que es. Combativo también Alex Aranburu aunque de más a menos, y muy bueno el trabajo de Carlos Verona para Ciccone en el Lidl-Trek. Igual que el de Marc Soler en servicio de Pogacar. Y bien también Javi Romo, aunque la tercera semana se le ha hecho bola.
Como siempre, lo peor siempre son los abandonos. En esta ocasión se fueron prematuramente a casa cuatro de ellos: Pello Bilbao, Ion Izagirre, Juan Ayuso y Jesús Herrada, todos ellos por enfermedad. Al menos no hay lesiones graves. Hay que traer aquí también a Enric Mas, que ha sido un poco Jekyll y Hyde. Se reinventó en la última semana, pero no iba a eso y ha estado lejos de su objetivo desde el principio.
Tampoco Carlos Rodríguez ha terminado de dar el paso que se le presuponía. Llevaba una línea ascendente, pero en la última semana el Tour se le ha hecho eterno. Se ha terminado cayendo del Top5, completamente desfondado. Lo mismo que Castroviejo tampoco ha sido ese gregario que llegaba hasta los últimos kilómetros de los puertos. Cierra el Tour en el 54º lugar de la general, cuando el año pasado fue decimoquinto. Se cierra el Tour sin victorias, y la Vuelta asoma en el horizonte. Ahí, los españoles jugarán en casa y la historia será distinta.
