Animado por su triunfo en la Convención Nacional Republicana y por la crisis que sacude a la candidatura de Biden, el expresidente, Donal Trump, prometió este sábado una “marea” republicana. Fue durante su primer acto de campaña, después de sufrir un intento de asesinato el pasado fin de semana.
Esta vez, Trump apareció en escena sin la venda blanca que había cubierto la totalidad de su oreja derecha en los últimos días, pero con un vendaje más discreto. El candidato republicano fue aclamado en un pabellón deportivo abarrotado por unos 12 mil espectadores en la localidad de Grand Rapids, en el estado noriental de Michigan. Aunque logró vencer en este estado clave en 2016, perdió contra el actual presidente, Joe Biden, en los comicios de 2020.
“Recibí una bala la semana pasada por la democracia“, dijo Donald Trump al inicio de su discurso, al defenderse de las recurrentes acusaciones de extremismo en su retórica y su proyecto político, al mismo tiempo que reafirmaba una vez más sin pruebas que las elecciones de 2020 habían sido amañadas.
En su primer acto de campaña junto a Trump, su compañero de fórmula, J.D. Vance, recibió una gran ovación. Encargado de presentar al exmandatario en el escenario, el senador de Ohio hizo hincapié en sus raíces del Medio Oeste, una carta que podría atraer a los votantes de Michigan, según informó la corresponsal de RFI en Nueva York, Loubna Anaki.
Durante el evento, el aspirante republicano hizo una serie de promesas: recortar impuestos, luchar contra la inflación e imponer gravámenes a las importaciones para proteger el “made in America“.
Su discurso de casi dos horas estuvo salpicado, como de costumbre, de anécdotas sobre sus relaciones con jefes de Estado, como el “brillante” mandatario chino Xi Jinping, que “controla con puño de hierro a 1.400 millones de personas”.
También renovó sus ataques contra los inmigrantes, a los que acusa de los peores crímenes, y prometió la “mayor operación de deportación” de la historia del país norteamericano.
Trump criticó, asimismo, a los demócratas “que no saben quién es su candidato”, al decir que Biden tendría un coeficiente intelectual de “50, 60 o 70”. El septuagenario reiteró los insultos, al calificar al actual mandatario de “estúpido” y “viejo débil”, y a su vicepresidenta, Kamala Harris, de “loca”.
El republicano incluso se divirtió haciendo un sondeo en directo entre sus partidarios, al final del cual la mayoría votó porque Biden siguiera en la carrera. Un responsable de la campaña Biden-Harris denunció un discurso “que vende las mismas mentiras y hace la misma campaña de venganza”.
Mientras, el Partido Demócrata está más dividido que nunca, Trump se jacta de haber unificado al Partido Republicano y ha prometido “unir a Estados Unidos cuando vuelva a la Casa Blanca”.
