La familia real de Bélgica celebra hoy por partida doble, el Día Nacional y el 11 aniversario del Rey Felipe I. En una jornada marcada por la elegancia y el buen gusto, las princesas Elisabeth y Eléonore han destacado con sus impecables elecciones de vestuario durante la celebración del Te Deum en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula. Este evento ha dado inicio a una serie de actividades conmemorativas que honran la independencia de Bélgica y el juramento del primer rey de los belgas, Leopoldo de Sajonia-Coburgo, en 1831.
La jornada ha comenzado a las 10 de la mañana, cuando el rey Felipe y la reina Mathilde han hecho su entrada en la catedral acompañados por sus cuatro hijos: la princesa Elisabeth, el príncipe Gabriel, el príncipe Emmanuel, y la princesa Eléonore. La ocasión ha sido perfecta para que las damas de la familia real exhibieran su refinado sentido de la moda, captando la atención de todos los presentes.
La princesa Elisabeth ha lucido un vestido fucsia de la firma londinense Safiyaa, la misma con el que la Kate Middleton reapareció en Wimbledon conocido por sus diseños sofisticados y modernos. El vestido contaba con una pequeña capa sobre los hombros, añadiendo un toque de distinción y clase. Elisabeth ha complementado su outfit con una diadema a juego de la diseñadora belga Fabienne Delvigne, realzando su look con un aire de realeza contemporánea y chic. Los zapatos nude han sido el toque final perfecto, aportando equilibrio y elegancia a su conjunto.
Por su parte, la princesa Eléonore ha optado por un vestido de Diane von Furstenberg con un alegre estampado de claveles. Este diseño fresco y juvenil ha resaltado su personalidad vibrante y encantadora, demostrando una vez más su capacidad para elegir conjuntos que combinan tradición y modernidad de manera impecable. El vestido, de corte midi, fluía con gracia, y los zapatos rojos a juego con los claveles añadían un toque armonioso y divertido al conjunto.
La reina Matilde por su parte no se ha quedado atrás en esta demostración de estilo. Con un elegantísimo traje blanco a juego con su sombrero, ha deslumbrado a todos con su porte majestuoso y su elegancia innata.
La jornada festiva culminará en el Parque del Cincuentenario con un espectáculo de fuegos artificiales a las 23 horas. Este evento contará con la actuación de varios artistas belgas, y se instalarán foodtrucks y bares para el deleite de los asistentes.
Sin duda, el Día Nacional de Bélgica está siendo una oportunidad para que la familia real brille con luz propia, demostrando una vez más su cercanía con el pueblo y su impecable gusto por la moda. Las princesas Elisabeth y Eléonore, junto a la reina Matilde, han acaparado todas las miradas con sus elegantísimas elecciones de vestuario.
