Yeccenia Ugalde Garth llevaba diez años de no hacerse una mamografía. Fue en el 2014 cuando se hizo el último estudio. Por eso, al conocer que una unidad móvil llegaría a Limón, donde vive, se apuntó inmediatamente con dos objetivos: el primero, acabar con ese tiempo tan prolongado sin revisar sus mamas; el segundo, salir de dudas y comprobar que está sana.
Ugalde fue seleccionada para realizarse una mamografía la semana pasada, como parte de la alianza privada “Ya es hora”, cuyo objetivo es alcanzar a 1.500 mujeres de nueve comunidades de todo el país, entre el 9 de julio y el 23 de agosto.
Para finales de agosto, está previsto que el recorrido de la unidad móvil finalice en Alajuela luego de estar, entre otras comunidades, en Siquirres, las islas de Puntarenas, Cartago y Liberia.
La alianza privada la integran las empresas Grupo Montecristo, de la cual forma parte Medismart y Hospital Metropolitano; el laboratorio farmacéutico Roche, Avon, Cenrad y BAC. Al grupo se une la Fundación Nacional de Solidaridad contra el Cáncer de Mama (Fundeso), con una experiencia acumulada de 40 años al lado de mujeres con esta enfermedad.
¿Por qué no es suficiente el autoexamen?
Rebeca Villalobos, gerente de Relaciones Corporativas de Grupo Montecristo, contó que este es el primer año en que esta alianza impulsa la unidad móvil de mamografía.
El objetivo, explicó, es ir más allá de un tamizaje y lograr la participación de mujeres que tengan alguna lesión y estén esperando una mamografía.
El estudio radiológico tiene un costo simbólico de ¢4.000, explicó Villalobos. Sin embargo, si la persona no puede pagarlo por su condición socioeconómica siempre se le hace el examen.
Aquellas mujeres que requieran estudios adicionales para precisar el diagnóstico, tendrán acceso gratuito a ultrasonido, biopsia de mama y cono de compresión, así como a la primera consulta con el oncólogo en el Hospital Metropolitano.
Rebeca Villalobos dijo que se han hecho convocatorias por medios de comunicación, redes sociales de las empresas aliadas y en sitios como municipalidades y asociaciones de desarrollo de las comunidades adonde llegará la unidad móvil con el mamógrafo.
Sin embargo, las mujeres que quieran hacerlo pueden llenar la solicitud en este formulario: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScq8SQR20anWOeKrB1afDQiHLfeFSPZfmW3ccmtscz01gCcaw/viewform
La selección toma como base varios criterios: Se dará prioridad a mayores de 50 años, a quienes tengan antecedentes de cáncer de mama en la familia, a mujeres con lesiones sospechosas de cáncer de mama y a aquellas con dificultad de hacerse este examen y realmente lo necesiten.
Según Villalobos, han seleccionado a parte de las 1.500 a quienes realizarán la mamografía, pero les falta completar la participación en Guanacaste y Puntarenas.
Tome en cuenta el calendario de visitas de la unidad móvil de mamografía. Como verá, en algunas comunidades ya pasó:
La alianza se compromete a entregar personalmente cada resultado en un plazo no mayor a las 48 horas posteriores a la realización de la mamografía, dijo Villalobos.
El personal del Hospital Metropolitano es quien realiza los estudios y prepara los reportes. “Son estudios 100% digitales y se contacta personalmente a cada señora para comunicarle los resultados. Nuestro compromiso es dar seguimiento a todas las que lo necesiten”, afirmó Villalobos.
Marta Kinderson, presidenta de Fundeso, explicó que la Fundación acompañará y orientará a las pacientes, en especial a quienes necesiten un seguimiento más prolongado después de recibir los resultados de la mamografía.
“Tenemos más de 40 años de trabajo. Siempre hemos hecho seguimiento a las pacientes, así que esto no es nuevo para nosotros porque lo hacemos diariamente. Cuando alguien sale con alguna sospecha le ayudamos hasta donde podemos pero como ONG no tenemos injerencia ante la CCSS (Caja Costarricense de Seguro Social)”, aclaró Kinderson.
En los casos con alta sospecha de cáncer, Fundeso interviene como lo ha hecho antes, con terapia psicológica y física, facilitando albergue a quien lo necesite, y otros servicios de apoyo a la enferma con cáncer. También con orientación sobre cómo tener acceso pronto a los servicios públicos, que de por sí, dijo Kinderson, dan prioridad a los casos de cáncer.
Iniciativas como esta, dijo, favorecen la detección temprana porque un diagnóstico a tiempo marca la diferencia en sobrevida y en tratamientos oncológicos menos invasivos.
En Costa Rica, al menos hay dos unidades móviles con mamógrafos dedicadas a la detección del cáncer de mama.
Una es la unidad administrada por una alianza público-privada llamada Alsalus, que funciona mediante un convenio de cooperación entre la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y varias empresas privadas. Este convenio lleva ya 13 años.
La segunda es la alianza que se formó en el 2023 para dar vida a “Ya es hora”.
Mamografías: hay otras 32.000 en lista de espera pese a plan de Gobierno
La Nación intentó conocer a través de la Cámara Costarricense de la Salud (que reúne a hospitales y otros servicios privados de salud) si hay más iniciativas similares pero al cierre de esta nota no fue posible tener la información.
También se contactó mediante correo electrónico al Hospital CIMA, pero no se obtuvo respuesta. Por su parte, el Hospital La Católica confirmó a La Nación que no tiene unidad móvil de mamografía para dar estos servicios.
Organizaciones de pacientes consultadas por este medio ven con buenos ojos proyectos de estas características. Para Alexandra Núñez, vocera de Unidos Contra el Cáncer, estas iniciativas acercan estudios diagnósticos a las zonas donde hay poblaciones con dificultades para ir por sus propios medios a los servicios de salud.
Incontenible crecimiento de listas de espera en hospitales de CCSS
“El asunto más importante es el tema de la referencia de las pacientes con sospecha o diagnóstico positivo de cáncer de mama y cómo garantizarles el acceso y el abordaje a tiempo de la enfermedad. Este es un punto relevante”, advirtió Núñez.
Con ella coincidió, por aparte, Marcela Campos, presidenta de la Fundación Mujeres en Rosa. Campos enfatizó en la importancia de ir más allá de la mamografía porque siempre saldrán pacientes que requieran confirmar o precisar el diagnóstico con otros estudios paralelos que, en el caso de la CCSS, registran listas de espera.
