El Juzgado de Instrucción número 4 de Granada ha decretado la apertura de juicio oral por un delito de asesinato y otro de robo con violencia contra el acusado del crimen del exconcejal socialista de Granada José Miguel Castillo Higueras , de 74 años, tras una brutal agresión en plena calle en enero de 2022. El joven será enjuiciado por un jurado popular en la Audiencia de Granada en fecha aún por determinar y tanto la Fiscalía como la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima, han solicitado que sea condenado a prisión permanente revisable, según consta en el auto de apertura de juicio oral, al que ha tenido acceso Europa Press. La jueza ha acordado imponer la prestación de una fianza de 500.000 euros al acusado para garantizar el pago las cantidades reclamadas por las acusaciones en concepto de indemnización y en el mismo auto ha determinado los hechos sobre los que procederá el enjuiciamiento. Según este relato, fue sobre las 7.30 horas del 23 de enero de 2022 cuando José Miguel Castillo Higueras salió de su vivienda y se adentró en la calle San Antón, donde se cruzó con el presunto asesino, que al verle se giró y presuntamente le propinó por sorpresa un primer puñetazo en la cara tirándole al suelo. Aprovechó supuestamente ese momento para r obarle un bolso bandolera y otros efectos personales. El exconcejal fue auxiliado por varios ciudadanos que le ayudaron a levantarse, entre ellos un guardia civil fuera de servicio. Mientras esto ocurría el presunto asesino habría permanecido «impasible» viendo la escena, llegando incluso a fingir que prestaba ayuda a la víctima, si bien el exconcejal no le reconoció dado el estado de desorientación que tenía tras el golpe, siendo incapaz de comunicar lo que le había pasado. Tras ser levantado del suelo, Castillo Higueras continuó su marcha por la calle San Antón «con sus facultades psicofísicas mermadas como consecuencia del primer ataque», sin ser consciente de haber sido víctima de una agresión y de un robo, y sin echar de menos sus pertenencias. El acusado volvió a perseguirle y fue captado por varias cámaras de seguridad «a escasos metros de él, acechándole» de manera persistente durante los 30 minutos que duró el trayecto hasta que optó por adelantarle y, aprovechando que se adentraba en una calle estrecha y poco transitada, presuntamente le descargó un «brutal golpe» en el rostro. Castillo Higueras cayó de espaldas a plomo, golpeándose la parte posterior de la cabeza contra el suelo sufriendo con ello un traumatismo craneoencefálico severo. Tras la agresión, el acusado supuestamente le registró los bolsillos para robarle lo que llevaba encima y con ello habría dejado numerosas muestras de ADN en las ropas del exconcejal. Luego huyó dejándolo «a su suerte» y moriría horas más tarde en el hospital. La acusación ejercida por la familia, que está representada por el letrado Antonio Sánchez-Jáuregui, solicita prisión permanente revisable por asesinato y cuatro años de prisión por un delito de robo. La Fiscalía suma a la prisión permanente revisable 15 años de libertad vigilada con la prohibición de comunicarse o acercarse a los familiares de la víctima. Por el delito de robo con violencia e intimidación pide una pena de tres años. Ello además de las distinta s indemnizaciones que ambas acusaciones solicitan para los hermanos de Castillo Higueras por los perjuicios y daños morales causados. La defensa pide la absolución alegando que su cliente simplemente encontró en la calle al exconcejal en estado de «desorientación» y tras ayudar a levantarle junto a otras personas se fue de allí. En caso de ser condenado, pide que los hechos sean calificados como delito de homicidio imprudente.