Magallanes Renovables ha logrado crear en los últimos 15 años una tecnología económicamente viable que le permite aprovechar el movimiento de las mareas para generar energía. Dicha innovación está basada en una plataforma flotante, capaz de captar, con rotores submarinos, la inmensa fuerza de las corrientes, las cuales están generadas por la fuerza gravitacional que ejercen la Luna y el Sol sobre los océanos. Las mareas son un recurso predecible (a diferencia de la energía solar y eólica que dependen de factores variables), que podría abastecer el 16% de las necesidades energéticas mundiales.
Tal y como explican desde la compañía, para entender el potencial de una fuente de energía se utiliza el concepto de factor de capacidad. Este es un porcentaje que representa la cantidad de energía que se puede generar en comparación con su producción máxima posible. Esto permite reducir la incertidumbre en la toma de decisiones y apostar por aquellos recursos con un fuerte potencial. En el caso de la energía mareomotriz, ronda el 45%, frente a la energía eólica, cuyo factor de capacidad media en 2021 fue del 25%.
Magallanes Renovables está centrada en la búsqueda de soluciones industriales para generar energía a través de medios sostenibles y respetuosos con el ecosistema marino. En 2013, la compañía realizó las primeras pruebas con un prototipo a escala 1:10 y, en 2017, vio la luz la primera plataforma denominada ATIR, de la mano del European Marine Energy Center (EMEC), con el que se realizaron las pruebas a escala. En 2019, volvieron a conectar la plataforma de forma exitosa, generando energía y validando el sistema. La plataforma ATIR ha sido, durante estos últimos cinco años, el principal activo que ha permitido demostrar que la tecnología desarrollada es segura, eficiente y económicamente viable. Todo ello ha permitido culminar la fase de investigación para adentrarse en la de comercialización.
En 2022, obtuvo una tarifa fija en la subasta convocada por Reino Unido para la instalación del primer parque de energía mareomotriz flotante del mundo, compuesto por cuatro plataformas de 1,5 MW que entrarán en funcionamiento a partir de 2026. El pasado año, la compañía, con sede en Redondela, próxima a Vigo, obtuvo dos nuevas licencias para instalar otros 4,5 MW, añadidos a los 6 MW gracias a la adjudicación de tres nuevas plataformas en las costas de Escocia y Gales. Dos de ellas se instalarán en el parque de Morlais, y la otra en un emplazamiento gestionado por el Centro Europeo de Energía Marina (EMEC) en el norte de Escocia. En total, serán siete plataformas de 1,5 MW cada una.
«Este logro refuerza nuestra visión de crear una solución que realmente solvente uno de los mayores problemas de nuestros tiempos», afirma Alejandro Marques de Magallanes, CEO de la compañía. En su continuo compromiso con la innovación, Magallanes ha fijado para 2025 la construcción de su nueva plataforma comercial: ATIR 2.0. Este nuevo diseño, basado en más de cinco años de pruebas en el norte de Escocia, ha contado con la colaboración de expertos en la industria. Con el lanzamiento de la plataforma comercial ATIR 2.0 y el respaldo del mercado en Reino Unido, Magallanes Renovables está preparada para liderar la revolución de la energía mareomotriz.
