Tiene España ya una medalla en estos Juegos de París 2024 que todavía no han empezado. Un metal que debe repartirse entre los miembros de los once equipos que ha clasificado el país para esta cita olímpica. Un número récord para la delegación nacional porque solo en Barcelona 92 se alcanzó esta cifra, pero hay que recordar que, en aquella convocatoria todos los billetes estaban otorgados al ser anfitriona. De ahí que se celebre como un éxito que, tres décadas después, España alcance la excelencia colectiva. Lidera el podio europeo, por delante de Alemania (9), y Países Bajos y Serbia (6); y es un bronce planetario, por detrás de Estados Unidos (13) y Japón. Por poner datos y perspectiva a la magnitud de lo conseguido. Es una medalla honorífica que se ha ido fraguando y consolidando con los años. Atlanta 96 supuso el comienzo, con solo cinco equipos clasificados de trece posibles (38 %); se mejoró en Sídney 2000 y en Atenas 2004, pues participaron siete grupos de catorce opciones (50 %). Se notó un retroceso por la crisis para la siguiente cita, pues en Pekín 2008 solo se clasificaron seis equipos de trece. A partir de ahí, despegue definitivo: ocho de doce equipos (66 %) en Londres 2012, nueve de catorce en Río 2016 (64 %) y nueve también en Tokio 2020. A este París 2024 acuden los dos equipos de baloncesto, los dos de fútbol, los dos de hockey, los dos de balonmano, los dos de hockey, los dos de waterpolo y el femenino de 3x3. Solo se han quedado a las puertas el femenino y el masculino de rugby y voleibol y el masculino de baloncesto 3x3. La mayoría de los colectivos ya han disfrutado de alguna cita olímpica. El baloncesto tiene cuatro platas y un bronce en la vitrina: ellos fueron subcampeones en Los Ángeles 84, Pekín 2008 y Londres 2012, y terceros en Río 2016; ellas, subcampeonas en Río 2016. El balonmano tiene un repóker de bronces; con tres para los chicos (Atlanta 96, Sídney 2000, Pekín 2008 y Tokio 2020) y uno para las chicas (Londres 2012). En el hockey destacan el oro de la competición femenina en Barcelona 92, y las platas masculinas de Moscú 80, Atlanta 96 y Pekín 2008 y el bronce de Roma 1960. El waterpolo se enorgullece de cuatro preseas, con el oro de Atlanta 96 y la plata de Barcelona 92 para ellos, y las platas de Londres 2012 y Tokio 2020 para ellas. El fútbol masculino también luce un oro, de Barcelona 92, y tres platas (Amberes 1920, Sídney 2000 y Tokio 2020). Y no hay que olvidar que a finales de 2023 solo había dos equipos clasificados (waterpolo femenino y fútbol masculino), pero en este año olímpico, la fuerza ha llegado en bloque en todas las disciplinas. En enero consiguieron la plaza los sticks, en el mismo fin de semana, en el preolímpico de Valencia. Tras un Europeo y un Mundial muy difíciles, el balonmano cumplió también en casa, en marzo ellos en Granollers; en abril ellas en Torrevieja. El waterpolo entró por la puerta grande; con oro europeo y bronce mundial masculino y un bronce mundial y una plata europea femenina. El baloncesto tardó algo más, con remontada de las grandes ante la anfitriona Hungría la selección femenina en febrero; y sufriendo más de la cuenta la masculina a principios de este mes en Valencia. El fútbol también viene envalentonado por la consecución de la Eurocopa. Historial, espinas y experiencia que subrayan la capacidad de los grupos, y las ganas de apuntar todavía más alto este verano para seguir ampliando el palmarés y las alegrías. Porque incluso las que nunca han pisado una Villa traen credenciales para disputar todos los podios. En esta edición parisina serán las futbolistas las que estrenen competición olímpica. A pesar de ser el debut, llegan con la etiqueta de favoritas por todo lo que demostraron en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda el año pasado. Y también se descubrirá el potencial de las jugadoras de baloncesto 3x3, que se clasificaron en el último instante de la semifinal contra Canadá (19-18) con una canasta de las que marcan época: a menos de un segundo, Gracia Alonso recogió un rebote tras un lanzamiento suyo errado y soltó el balón hacia atrás, por encima de las rivales y sin mirar. Un tiro con el corazón y el orgullo para disfrutar de la primera participación olímpica de esta modalidad para España. No solo del colectivo colecciona récords la delegación nacional en esta cita. Se cumple en París la cifra más alta de clasificados, con 382, solo por detrás de Barcelona 92 -que ofrecía billetes de forma automática por ser la anfitriona (422)-. Además, después de años buscando la paridad en la participación, y con citas en las que los éxitos femeninos fueron mayores que los masculinos (Londres 2012), en estos Juegos se logra esa cifra recompensa a muchos años de recorrido. Si en París 1924 solo fueron dos representantes femeninas: Lilí Álvarez y Rosa Torras; en París 2024 serán 192 mujeres (y 190 hombres) las que defiendan al deporte español y luchen por romper el techo de las 22 medallas.