La seguridad de los dispositivos iPhone y su sistema operativo iOS se ha consolidado como una de las más avanzadas a nivel global. Ese detalle atrajo a gobiernos y grandes corporaciones, pero también desafió a agencias gubernamentales como el FBI, que históricamente recurrió a empresas especializadas para acceder a información protegida. La empresa israelí Cellebrite, famosa por su habilidad para desbloquear iPhones, se encuentra recientemente con barreras infranqueables debido a las últimas actualizaciones de iOS, particularmente desde la versión 17.4.
El caso de San Bernardino en 2015, donde el FBI solicitó a Apple ayuda para desbloquear el iPhone de un terrorista, marcó un hito en la lucha entre privacidad y seguridad nacional. Pese a la negación de Apple, el FBI logró finalmente su objetivo a través de Cellebrite mediante una suma considerable. Sin embargo, con la continua evolución de la seguridad en iOS, ni siquiera los métodos más sofisticados de los israelíes pueden vulnerar los iPhones actualizados.
Cellebrite, una empresa israelí, se ha destacado por su capacidad para acceder a datos protegidos en dispositivos móviles, incluyendo iPhones. Esta compañía se especializa en tecnología forense móvil, ofreciendo herramientas que permiten a agencias policiales y de inteligencia extraer información de dispositivos bloqueados.
Fundada en 1999 y actualmente una subsidiaria de la japonesa Sun Corporation, Cellebrite ha desarrollado una amplia gama de productos forenses utilizados por cuerpos de seguridad en más de 100 países. Su herramienta más famosa, el UFED (Universal Forensic Extraction Device), es capaz de decodificar contraseñas y acceder a datos en una amplia variedad de sistemas operativos, incluyendo Android, iOS, BlackBerry y Windows.
El FBI ha recurrido a Cellebrite en múltiples ocasiones para desbloquear dispositivos móviles durante investigaciones críticas. El caso más notable fue el del tirador de San Bernardino, donde la agencia federal, tras ser rechazado por Apple, empleó los servicios de la empresa israelí para acceder al iPhone del sospechoso. Este acceso no fue barato, pero demostró la capacidad de la compañía para superar las barreras de seguridad de Apple en ese momento.
Sin embargo, con el lanzamiento de iOS 17.4, Apple ha implementado mejoras de seguridad tan avanzadas que incluso las herramientas más sofisticadas de Cellebrite ya no pueden penetrarlas. Documentos filtrados han revelado que las nuevas medidas de seguridad en iOS han hecho que el software de Cellebrite sea ineficaz en dispositivos actualizados, reflejando la constante batalla entre la mejora de la seguridad digital y las técnicas de acceso forense.
El enfrentamiento entre Apple y el FBI alcanzó su punto álgido con el incidente de San Bernardino. Tras el ataque, el FBI solicitó a Apple crear un software para desactivar la protección de claves en el iPhone del tirador. Apple se negó y argumentó que tal acción comprometería la seguridad de todos sus usuarios. Este rechazo llevó a una batalla legal intensa. Finalmente, una tercera parte, posiblemente Cellebrite, presentó una solución viable tras permitir al FBI acceder al iPhone sin la cooperación de Apple.
Este conflicto subrayó la tensión entre privacidad y seguridad, pero que también impulsó a Apple a fortalecer aún más la seguridad de sus dispositivos, lo que resultó en las avanzadas protecciones que hoy hacen a los iPhones prácticamente impenetrables.