No hay atril ni silla a la que agarrarse cuando la verdad recupera el volumen. Bien alta. Que aturda, si es posible. Esa verdad la pronunció Rosa María Calaf al recibir el premio Luca de Tena 2024, un reconocimiento a sus cincuenta años de carrera periodística. Informó en más de 180 países durante sus épocas más convulsas. Fue corresponsal para TVE en Nueva York y Moscú, cuya oficina en la Unión Soviética abrió ella en los años de la Perestroika, también informó en Buenos Aires, Roma, Viena, Hong Kong y Pekín. Si de algo conoce alguien que ha presenciado e informado sobre los acontecimientos decisivos de los últimos cincuenta años es, justamente, ella. Si de algo conoce Calaf es de...
Ver Más