El Tribunal Supremo ha ratificado la rebaja de trece años y medio a once años de cárcel para el violador de una anciana en la localidad valenciana de Alginet , en aplicación de la conocida como ley del 'solo sí es sí'. Ante el cambio normativo, se le condena como autor de un delito de agresión sexual con acceso carnal por vía vaginal. Además, a los nueve años de libertad vigilada que tendrá que cumplir tras salir del centro penitenciario, se le añade una pena de inhabilitación durante dieciséis para trabajos que supongan contacto con menores. En una sentencia consultada por ABC y fechada a finales de junio, la Sala de lo Penal desestima el recurso de casación interpuesto por la Fiscalía contra el auto de la Audiencia de Valencia por el que se acordó revisar la condena impuesta al acusado, al considerar que la nueva regulación era más favorable para el condenado. Un criterio que mantiene ahora el alto tribunal, como ha ocurrido en otros muchos casos. Los hechos probados, por los que el hombre fue juzgado en 2021, se remontan al 16 de enero de 2009. La mujer de 79 años esperaba en un campo de naranjos, situado en las inmediaciones del cementerio de Alginet, para visitar la tumba de su marido, cuando se le acercó un joven, que tenía 31 años en ese momento. «Acuéstese en el suelo que tengo que desahogarme. Si está quieta no le pasará nada» , le espetó a la anciana con violencia y ánimo de satisfacer sus impulsos sexuales. La mujer trató de defenderse e incluso le ofreció el oro o las joyas que portaba: «Mátame y no me hagas sufrir más». Pese a ello, el acusado consumó la violación, la forzó durante alrededor de veinte minutos y abandonó el lugar. Más allá de las lesiones físicas, tras la agresión la víctima se trasladó a vivir con su hija a otra localidad y quedó «psicológicamente hundida» . Se vio obligada desde entonces a «tomar tranquilizantes y medicación para conciliar el sueño» y entró en «un progresivo declive físico y anímico del que nunca se recuperaría». Falleció dos años más tarde, en septiembre de 2011. El autor no fue detenido hasta una década después , cuando las muestras de ADN que se encontraron en la ropa interior de la septuagenaria coincidieron con un perfil genético introducido en la base de datos de la Guardia Civil. Fue condenado también a indemnizar a los dos hijos de la víctima con 70.300 euros y al pago de las costas procesales.