Con el verano llega el calor pero también la época de playas , piscinas y lugares naturales que permiten el baño. Las vacaciones permiten a las personas despejar la mente y descansar, además de conocer nuevos lugares y conectar con la naturaleza. Todo depende, claro está, de los gustos de cada persona. Algunos aprovechan la época estival para conocer lugares históricos y culturales . Pero, en líneas generales, el turismo playero es el más extendido en el país. Los arenales no son sólo para ir a echarse un baño en las refrescantes aguas saladas y tomar el sol. También son ideales para hacer actividades físicas, en especial, porque el mar ayuda a relajarse. Algunos optan por practicar -e incluso aprender- deportes acuáticos como surf , esquí acuático, natación, kayak, entre otros. Sin embargo, la ciencia asegura que hay una actividad física con diversos beneficios y que se puede practicar en la playa. Se trata de andar. Caminar es una manera de mantenerse activo y no requiere de intensidad para que funcione. Es gratis y se puede incorporar en el día a día sin importar el lugar. Estos son los beneficios comprobados por investigadores de la Universidad de Cambridge . Los expertos dicen que bastan solo 11 minutos de caminata al día para mejorar la salud. Basta con que sean pasos ligeros para reducir el riesgo prematuro de muerte. Esta conclusión se basa en varios estudios realizados a más de treinta millones de personas. Según, los resultados, quienes caminaron durante este tiempo vieron reducido la amenaza de padecer enfermedades cardíacas, circulatorias e incluso cáncer . Mantenerse en constante movimiento ayuda a aliviar el dolor muscular y la rigidez . Las partes del cuerpo que se benefician mayormente con las caminatas son la zona lumbar, las caderas y las piernas. Además, se puede lograr una mejora en el equilibrio y con ello evitar caídas y lesiones. También retrasa la pérdida ósea ya que es una actividad que conlleva soportar todo el peso del cuerpo con las piernas, por lo tanto, reduce el riesgo de padecer osteoporosis. Las caminatas hacen que aumente el flujo sanguíneo , con lo cual el oxígeno y los nutrientes se distribuyen de mejor manera en el cuerpo. Esto hace que la energía aumente y que quien lo practique se sienta renovado. Además, libera sustancias químicas como la serotonina, la dopamina y las enforfinas. Como extra, expertos de la Universidad de Edimburgo destacan que si esta actividad se realiza en la naturaleza mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad . Caminar por las mañanas al aire libre favorece el reloj biológico natural. Ayuda a relajarse y reducir el estrés , el cual es un factor que suele afectar en el sueño de las personas. Es decir, los días en que las personas andan por más tiempo descansa mejor. Esta actividad libera una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), la cual estimula el crecimiento de nuevas células y conexiones cerebrales, por lo que favorece a que la memoria y el cerebro funcionen mejor. Un ensayo llevado a cabo por linvestigadores de la Universidad de Illiois y realizado a 120 personas de edades entre 55 y 80 años, demostró que quienes caminaban 40 minutos, tres veces por semana y lo acompañaban con ejercicios de estiramiento; veían un aumento del hipocampo (la parte del cerebro que se encarga de la memoria) de entre uno y el dos por ciento. Caminar constantemente a paso rápido puede aumentar el nivel de los glóbulos rojos en la sangre los cuales se encargan de defender de forma natural al cuerpo contra los gérmenes y enfermedades.