El caballo es el único animal que puede participar en unos Juegos. Ejemplares de todo el mundo están a punto o han iniciado su camino para llegar a Versalles, el imponente escenario donde la capital francesa albergará al universo ecuestre.
Europa es el continente con mayor número de jinetes profesionales y otros muchos se instalan en el viejo continente para desarrollar su carrera deportiva. Los jinetes que llegan desde fuera de Europa han de contratar los servicios de avión para sus caballos con unos boxes preparados para ello. Cuando aterrizan, normalmente en Bélgica, un camión los traslada hasta París. La mayoría de caballos que residen en España y en Europa en general hacen su viaje en camión hasta París.
Ignacio Menéndez, CEO de RM Horses, empresa líder en transporte ecuestre internacional, da detalles de todo el proceso. La preparación de un caballo para un largo viaje comienza mucho antes de que el transporte se ponga en marcha. Según Ignacio, es crucial asegurarse de que el caballo esté en óptimas condiciones de salud y bienestar. "Se debe seguir una rutina de alimentación regular y recomendamos el uso de electrolitos para mantener la salud del caballo durante el trayecto, máxime en verano", asegura a LA RAZÓN. Los electrolitos previenen la deshidratación. Es esencial que el caballo esté acostumbrado al equipo de protección que se le pone antes de subir al camión, como vendas y protectores de viaje, tanto para las extremidades como para la cola, que se usan con la idea de evitar lesiones durante el trayecto. "Es importante que el caballo esté acostumbrado a todo lo que tenga que ver con su protección para que no lo pase mal", afirma Ignacio. Los caballos que van a los Juegos son deportistas de primer nivel con los cuales hay que cuidar hasta el último detalle.
Los caballos necesitan descansar del viaje, estirar las patas y coger fuerzas. Los viajes largos precisan de varias paradas. "En viajes largos hacemos paradas más prolongadas cada diez horas en cuadras, donde los caballos pueden descansar al menos once horas", explica. En estos casos, se gestiona la estancia en cuadras de tránsito, que hacen las veces de hotel para los caballos. Se descansa en una cuadra cómoda y puede ejercitarse un poco para continuar la travesía. "Una vez llegamos a la parada, dejamos que el caballo se revuelque con sus protectores para evitar daños, luego los retiramos y verificamos su temperatura", añade Ignacio.
Un aspecto fundamental durante el transporte es la compañía que lleva el caballo. Hay que intentar modificar sus hábitos lo menos posible para que el caballo se sienta seguro y tranquilo. Ignacio enfatiza en la importancia de tener al mozo de cuadra ("groom") del caballo a bordo en los viajes largos. El "groom" es la persona que se encarga del cuidado diario del caballo, de alimentarlo, limpiarlo, ensillarlo... "El mozo de cuadra conoce al caballo mejor que nadie y puede detectar cualquier signo de estrés o malestar", comenta Ignacio. Y el mejor medio de transporte es "el camión de manera incuestionable porque la posición horizontal ligeramente oblicua es la más adecuada para ellos", dice el CEO de RM Horses. Estos vehículos están diseñados específicamente para proporcionar un ambiente cómodo y seguro, con suficiente espacio y una ventilación adecuada. Además, cuentan con cámaras de vigilancia que permiten que el conductor pueda ver continuamente a sus pasajeros de cuatro patas. También existen furgonetas y remolques que funcionan con la tracción del coche, pero el camión es el transporte ideal.
Para que un vehículo sea apto para el transporte de caballos en largas distancias debe cumplir con una serie de requisitos. "Es fundamental que el vehículo esté autorizado para viajes largos y que haya sido desinfectado antes del viaje", subraya Ignacio. Durante el trayecto se realizan paradas cada tres horas para ofrecer agua a los caballos y verificar su estado, además de las paradas largas en las cuadras de tránsito.
Este año, RM Horses tiene el honor de transportar a "Aquamarijn" de la amazona Yvonne Losos de Muñiz. Este binomio representará a República Dominicana en los Juegos en la disciplina de Doma Clásica. Yvonne, aunque corre por la República Dominicana, está instalada en Asturias y desde allí delega en Ignacio y su equipo el viaje y cuidados de su caballo hasta llegar a Versalles para competir en los que serán sus terceros Juegos Olímpicos. En París, los caballos se aclimatarán, pasarán la inspección veterinaria y sólo queda competir.
