Tras la cita electoral del 23 de julio del año pasado, era fácil calibrar que esta legislatura resultaría tan yerma como inviable. El segundo partido en aquellas elecciones, el PSOE –con 16 escaños menos que el partido ganador, el PP–, optó por el pésimo camino de obtener la investidura del Sr. Sánchez a base de pactar con los peores. La amnistía, que el PSOE declaró inconstitucional hasta el mismo 23 de julio, se convirtió luego en el arco de bóveda para que el Sr. Sánchez, –empeñado en hacer de su necesidad virtud de todos en vez de hacer de la virtud general necesidad par ...