La tradición de regatistas sevillanas en los Juegos Olímpicos continúa. A la pionera, María del Carmen Vaz, le siguieron Blanca Manchón y Marina Alabau, oro en Londres 2012 en la Clase RSX. El último eslabón de esta cadena responde por Pilar Lamadrid , de 27 años, que se ganó el derecho a estar en París primero consiguiendo la plaza para el equipo español y luego, a través del Mundial de la especialidad y el Trofeo Reina Sofía, ganándole el pulso a la otra candidata nacional para ser olímpica: Nicole van der Velden. Lamadrid, afincada en El Puerto de Santa María , se marcha ya a tierras francesas a cumplir un sueño. Porque el solo hecho de estar allí lo es. «No soy muy fan de hacer maletas y siempre suelo dejarlo para el último momento, pero esta maleta es especial. Sólo con el hecho de tener toda la equipación del COE y la maleta con 'España'... Algo grande se acerca », comenta la regatista, rezumando ilusión. «Realmente no tengo tan en mente que empiecen los Juegos Olímpicos sino la competición de la temporada, para la que llevamos trabajando todo el año y donde todo se va afinando. Empiezo a sentirme más ligera, en el agua aparece esa chispa que buscamos en competición , tengo más ratos para estar conmigo misma, mentalizarme y relajarme. El momento precompetición es muy bonito para todos los deportistas, ¡incluso con esos nervios de que se acerca el momento!», enfatiza Lamadrid, que no podrá estar en la ceremonia de inauguración por razones logísticas. Porque la vela compite en la bahía de Marsella. «La ropa del desfile, llegar nos llega, pero en mi caso el día de inauguración no estaré con el equipo… Estar a 400 kilómetros de París y empezar dos días después de la ceremonia , lo complica todo un poco y hemos optado por priorizar el descanso. Eso sí, para la clausura hemos dejado la puerta abierta», precisa. Lo tiene todo pensando Lamadrid, incluso los pasatiempos del pertinente descanso para desconectar en la medida que le deje la competición. « Soy más de libros . No me va a faltar 'Invicto', de Marcos Vázquez, para momentos de reflexión, y una novela para la desconexión, 'Loba Negra', de Juan Gómez-Jurado», desvela la sevillana, que ya ha recibido consejos para los días que alta tensión que se avecinan. «Algunos compis ya me han aconsejado que me cree mi propia burbuja para no abrumarme mentalmente. Uno de ellos creo que va a hacer el cambio de tarjeta SIM durante los Juegos y de alguna forma limitarse las redes sociales. El objetivo es estar al cien por cien centrada en rendir en el agua », explica. En el equipaje tiene sitio por supuesto un talismán de recuerdo familiar. «Me llevo una bandera de España que cosió mi abuela (que también se llamaba Pilar) para el Día de la Hispanidad y que posteriormente firmó mi madre para que nos acordásemos de la familia cada vez que nos fuéramos a competir. Me da la fuerza de acordarme de los míos, los que están y los que ya no, sabiendo que están conmigo pase lo que pase; y también la fuerza de orgullo español, que me llena por dentro », subraya Lamadrid, que no estará sola en Marsella. La apoyará todo el equipo de vela, por supuesto, pero también gente cercana, familiares y amigos. «Habrá más que apoyo familiar. ¡Han montado una expedición cual club de fans! Me alegra tantísimo que haya gente que viva esta experiencia como propia que sé que con el simple hecho de poder estar ahí, nada importa el resultado. Veremos muchas banderas de España por la bahía de Marsella», adelanta. Tras el gran periodo preolímpico rubricado sobre la tabla, la hispalense es ambiciosa. A los Juegos no va ni mucho menos de turismo, sino todo lo contrario. «Hemos demostrado que podemos estar ahí , y hemos seguido trabajando en esa línea. Que últimamente los resultados no hayan acompañado del todo no significa nada, porque sabemos el potencial que tenemos. Ahora sólo hay que tener la mente fría, olvidarnos de las expectativas y salir a competir como sabemos hacerlo. El resultado final será una consecuencia de cómo sepamos adaptarnos a la semana de competición », expone Lamadrid, que por resultados conseguidos en los últimos años a nivel internacional está entre las candidatas a medalla. Lo que no le quita nadie ya es el camino recorrido. Poder decir en un futuro que, como mínimo, fue la representante española en unos Juegos en el debut olímpico de la Clase iQFoil de vela. «Todavía no soy consciente de que estar aquí ya es un hecho y un objetivo más que cumplido -reconoce-. Tengo claro que el objetivo ahora es vivirlo al máximo, disfrutar del momento presente en cada minuto de regata y dar absolutamente todo lo que tengo que dar. Con eso estaré satisfecha, que es lo único que puedo controlar. El resultado será consecuente», considera Lamadrid, para quien «el 2 de agosto (cuando se dispute la final) va a ser un día espectacular y emocionante, venga lo que venga. De eso estoy segura».