Ekaterimburgo. Un tribunal ruso condenó este viernes al periodista estadounidense Evan Gershkovich a 16 años de cárcel por espionaje, una acusación que tanto el reportero como su diario y la Casa Blanca niegan tajantemente.
El periodista del Wall Street Journal, de 32 años, deberá cumplir su condena en una colonia penitenciaria de “régimen estricto”, ordenó el juez Andrei Mineyev, según un periodista de esta agencia presente en el tribunal de Ekaterimburgo.
Durante la lectura de la sentencia en Ekaterimburgo, donde se llevó a cabo el juicio a puerta cerrada, el periodista permaneció de pie en una jaula de cristal sin reaccionar al veredicto. Vestido con pantalones oscuros y camiseta, despidió con la mano a sus colegas periodistas al ser retirado del tribunal.
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Gershkovich fue detenido a finales de marzo de 2023 en Ekaterimburgo por presuntamente recolectar información sensible para la CIA sobre Uralvagonzavod, uno de los principales fabricantes de armas rusas, responsable de la producción de los tanques T-90 utilizados en Ucrania.
“Esta vergonzosa y falsa condena llega después de que Evan pasó 478 días en prisión, detenido injustamente y alejado de su familia y amigos, privado de su labor como periodista”, afirmaron el editor del Wall Street Journal, Almar Latour, y la editora en jefe, Emma Tucker, en un comunicado.
La organización de defensa de los derechos de la prensa Reporteros sin Fronteras calificó la sentencia como una “toma de rehén” y exigió la liberación inmediata de Gershkovich, mientras que Estados Unidos considera que su arresto busca facilitar un intercambio de prisioneros en un contexto de alta tensión entre Moscú y Washington por el conflicto en Ucrania.
La audiencia del viernes representó la tercera sesión desde que comenzó el juicio el 26 de junio pasado.
La segunda sesión, originalmente programada para agosto, fue adelantada al jueves a petición de la defensa.
Habitualmente, procesos similares en Rusia se extienden por varias semanas o incluso meses.
Gershkovich se convierte así en el primer periodista occidental acusado de espionaje en Rusia desde la época soviética, desencadenando una ola de solidaridad en medios estadounidenses y europeos.
Rusia ha admitido estar negociando su liberación, mientras que el presidente Vladimir Putin mencionó el caso de Vadim Krasikov, encarcelado en Alemania por un asesinato ordenado por los servicios especiales rusos.
El reportero, hijo de inmigrantes que huyeron de la Unión Soviética hacia Estados Unidos, se estableció en Rusia en 2017.
A finales de junio, la Casa Blanca calificó el juicio como una “farsa” y afirmó que el reportero “nunca trabajó para el gobierno” estadounidense.
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Poco después, un panel de expertos de Naciones Unidas declaró su detención como arbitraria y pidió su liberación inmediata.
Durante la primera jornada del proceso el 26 de junio, Gershkovich apareció con la cabeza rapada y una sonrisa en la cabina de cristal reservada para los acusados, dirigiendo gestos a personas conocidas en la sala.
Actualmente, solo puede comunicarse con su familia y allegados mediante cartas leídas y censuradas por la administración penitenciaria, en las cuales expresa mantener el ánimo y resignarse a su condena.
