Doce del mediodía. La caída mundial de Microsoft ha originado el caos en los aeropuertos españoles. Una inmensa cola aguarda frente a la ventanilla de atención al cliente de Iberia de la terminal T4 de Baraja s. «Nos han cancelado el vuelo», se escucha. Frustración. Al preguntar por lo ocurrido, varios pasajeros aseguran en conversación con este periódico que «nadie sabe decirnos lo que está ocurriendo». Mariví , una de las pasajeras afectadas, cuenta que lleva en el edificio desde las diez de la mañana. Hacía 40 minutos debería haber cogido un vuelo hacia Mallorca. Señala que entonces «todo se encontraba colapsado» . De hecho, en un vistazo rápido, observamos que todas las máquinas de facturación se encuentran bloqueadas. La mujer explica que tan sólo dos horas antes las filas eras descomunales. «Nosotros ya teníamos nuestras maletas puestas en las cintas cuando nos dicen que el vuelo se había cancelado. Desde entonces, son incapaces de darnos una respuesta sobre lo que va a pasar con nuestro viaje. No nos están informando de nada », expresa con enfado. Como Mariví se encuentran Jorge Tardón y Marcel . Cuentan que llevan desde las nueve y media de la mañana haciendo cola para facturar. Vuelan a Guatemala. «Cuando llegamos al mostrador, hace apenas media hora, nos dicen que el vuelo ya estaba cerrado. Han dado de margen sólo 20 minutos», expresa. Ahora hacen cola junto a Mariví y decenas de pasajeros para que les reubiquen el vuelo, aunque ya deberán esperar a mañana . José Naranjo escucha de refilón la conversación. Está enfadado y no duda en querer contar su situación. El joven llegó a las nueve para dejar a su madre y a su abuelo, que volarían a Ecuador a la una y cuarto. Señala que las filas eran interminables. «Llegamos y nos emitieron los billetes, pero cuando íbamos a acceder a los controles de seguridad el billete no funcionaba . Ni siquiera a los trabajadores allí presentes sabían darles una respuesta. Pedimos información a Iberia y nos dijeron que nos fuésemos a casa, que el vuelo había sido cancelado», detalla. El viaje de Naranjo fue modificado a las 14.30 horas, pero, finalmente, no salió ni el uno ni el otro. «No sabemos nada» , coinciden. Otros pasajeros no han perdido su billete, pero debido al fallo informático han tenido que asistir con horas de antelación al aeropuerto para realizar el check-in. Como le ha ocurrido a Charles , un joven británico que regresa a Londres y que se dio cuenta de la caída del sistema al no poder facturar de manera online desde su hotel. Su vuelo sale a las cuatro de la tarde, pero lleva en Barajas desde las doce. Desde las aerolíneas explican que el incidente de hoy se debe a una causa de 'fuerza mayor' y, por tanto, no se puedan reclamar indemnizaciones por los retrasos. No obstante, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recordado que, a pesar de esto, deberán ofrecerles alojamiento y manutención y garantizar su traslado al destino lo antes posible.