Una sosa y descastada novillada de Núñez de Tarifa se lidió en este primer festejo de la Feria de Julio, que cuyos festejos dan comienzo a las ocho de la tarde, experiencia que se probó hace unos años y que no dio ningún resultado positivo. Ello propició que el público fuera abandonando poco a poco las localidades y a las once menos cuarto apenas quedaban espectadores en la plaza aguantando el pobre espectáculo que dieron los ejemplares lidiados. La nobleza fue la mejor virtud del primero de la tarde. Pero fue una nobleza a la que no acompañó su evidente falta de fuerza; esta circunstancia hizo que se defendiera a la hora de tomar la muleta, desplazándose siempre mas largo...
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