Por primera vez en los últimos seis años, el mercado inmobiliario se encuentra ante un panorama que genera optimismo y expectativa debido a la apertura generalizada de nuevas líneas de créditos hipotecarios en las principales entidades bancarias.
La situación se da dentro de un contexto que ya ha mostrado síntomas de una leve recuperación, tal como lo testimoniaron en los últimos meses las subas en la cantidad de operaciones que registran los colegios notariales.
En tal sentido, cabe mencionar que acaban de conocerse los datos de las estadísticas de compraventa registradas en junio en la provincia de Buenos Aires, relevadas por el Colegio de Escribanos de dicha jurisdicción.
Los valores marcaron un crecimiento interanual del dos por ciento en el total de operaciones de junio y un acumulado para el primer semestre del año que fue superior al 12 por ciento si se mide con el mismo período de 2023.
Dicho crecimiento, aunque aún se encuentra lejos de los niveles de hace unos años, evidencia que ha comenzado a generarse un movimiento que debería incrementarse en los próximos meses, conforme a la concreción de operaciones que hoy se encuentran en una etapa inicial o que por el momento solo tienen forma de consultas.
Parte de la suba de los últimos meses podría explicarse, por ejemplo, por el cierre de compraventas sin crédito que se definieron por la expectativa de un futuro incremento en los precios de las propiedades, aumento que estaría ligado a la mayor oferta de financiamiento.
El momento parece ser propicio para la adquisición de propiedades. El valor relativamente bajo de los inmuebles en comparación con la dinámica histórica y la recuperación del acceso al crédito se combinan para ofrecer una posibilidad inmejorable, sobre todo en una sociedad como la argentina, en la que es tan importante para las familias contar con su título de propiedad.
Hemos visto en los últimos meses que los bancos han ido lanzando líneas y propuestas con características particulares y orientadas a públicos diversos. Sin embargo, aun con esas diferencias podemos notar el rasgo coincidente de que todas ofrecen alternativas al alcance de cada persona o familia.
En las escribanías ya es notoria la cantidad de consultas que se están recibiendo respecto a este tema. Desde el inicio del proceso de elección del crédito y búsqueda de la propiedad, los ciudadanos recurren al notario para evacuar sus dudas y buscar el mejor consejo para cada objetivo y operación particular que desean realizar.
Como siempre, con su conocimiento, imparcialidad y garantía de seguridad jurídica, el escribano les asegura desde el inicio del proceso la tranquilidad futura de realizar una operación que no generará ningún conflicto y que respetará la voluntad de las partes involucradas.
El interés de la sociedad por estos nuevos créditos es evidente, se advierte día tras día en nuestra labor y esperamos que sea el punto de partida para que una gran cantidad de argentinos puedan acceder a su vivienda.
Solo con una mayor oferta de créditos hipotecarios vamos a poder advertir una mejora real del mercado inmobiliario. Estamos viendo los primeros pasos de esa recuperación, que anhelamos pueda consolidarse en los meses venideros.