La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal colombiano dedicado a robos con violencia que actuaba sobre todo en zonas pudientes de Madrid. A través del método ' beso del sueño', dos mujeres drogaban a sus víctimas, hombres de mediana edad y buen nivel adquisitivo, para robarles toda pertenencia valiosa que tuviera en su casa: joyas, dinero en metálico, tarjetas de crédito etc. Según una de las investigadoras, perteneciente al Grupo XIII de atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, esta investigación (la llamada operación Calíope) comienza a finales de mayo cuando se detectó que había siete denuncias de distintos distritos con un denominador común: dos mujeres robaban a varones de buen nivel adquisitivo. El 'modus operandi' era muy simular en todos los casos: las atracadoras se creaban un perfil falso en la aplicación de citas Tinder, donde una de ellas concertaba verse con su víctima. Pero luego, pese a ser un encuentro de dos personas, las dos malhechoras aparecían juntas. Tras una buena velada, incitaban al hombre a ir a su domicilio a tomar una copa, logrando así engatusar a las víctimas. En esa última copa, las mujeres echaban grandes cantidades de fármacos somníferos, lo que dejaba a los afectados totalmente fuera de juego. De este modo, se quedaban completamente dormidos, situación que aprovechaban las mujeres para arrebataban todas las pertenencias que había en los domicilios: móviles, relojes, tarjetas bancarias y cualquier objeto de valor. Además, dejaban al afectado completamente incomunicado sin teléfono móvil ni llaves del domicilio. Los hombres recobraban la conciencia entre 24 y 48 horas después de los hechos, teniendo que recibir atención médica, y en ocasiones, algunos tratamientos hospitalarios. Con las tarjetas bancarias robadas , se realizaron una serie de cargos bancarios que a los investigadores les permitió seguir la pista de esta red criminal. Las grabaciones de los comercios donde se realizaban estos cargos ilícitos permitieron ver que los encargados de estas gestiones eran tres varones. De modo, hay dos grupos dentro de la banda: las mujeres, que se dedicaban a robar; y los hombres, que captaban y sacaban todo el dinero en efectivo de las tarjetas. La banda realizaba compras de todo tipo: joyas, relojes o un teléfono. Para poder llevar a cabo la adquisición de un teléfono móvil, uno de los investigados tuvo que aportar una documentación. Fue de esta manera, cuándo se identificó a un primer autor. A raíz de el, se descubrió toda la banda criminal que acababa de llegar a España. También, fueron localizadas las mujeres, que, gracias a las cámaras de la fincas o de las comunidades de veranos, se comprobó que se trataba de las mismas autoras que afirmaban las víctimas. De este modo, se descubrió que su labor delictiva continuaba en Barcelona, donde fueron detenidos. En uno de los registros al domicilio de los detenidos, se encuentran una serie de tarjetas de crédito de una última víctima que no estaba registrado. En ese momento, agentes se trasladaron al domicilio de esta última víctima, encontrándolo mareado y adormecido, y necesitando asistencia médica. En este registro en la capital catalana, se consiguió recuperar 10.000 euros en efectivo, así como numerosas efectos procedentes de los robos. Los agentes tuvieron conocimiento de que un nuevo miembro del grupo aterrizaría en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas. Tras aterrizar, esta mujer fue detenida y los agentes localizaron un bote oculto en su equipaje con más de 600 pastillas de somníferos. Hasta el momento, se sabe que hay siete víctimas en Madrid, de distritos como Salamanca, Chamartín o Moncloa-Aravaca; y uno en Barcelona. Los hechos de Madrid condensan en la última semana de mayo, descubriendo que habían llegado a actuar con tres víctimas en menos de doce horas en varias ubicaciones de la capital. No se descarta que aparezcan más víctimas atacadas por este grupo criminal. Hasta el momento, se registran 50.000 euros aproximadamente en compras, con un total que asciende a 75.000 euros. Por todo ello, a estos cinco detenidos se les considera autores de un delito de pertenencia a un grupo criminal, un delito contra la salud pública y ocho delitos de robo con violencia. Una vez puestos en disposición judicial, se decretó prisión para cuatro de los cinco miembros de la banda. Según fuentes policiales, algunos de ellos contaban con órdenes internacionales cesadas por otros motivos, no relacionados con este caso.
