Bioparc Fuengirola ha acogido el nacimiento de las primeras crías de flamenco del año tras la puesta que tuvo lugar hace varias semanas. Se espera que el número total de nacimientos alcance la decena y las nuevas incorporaciones harán aumentar la colonia de flamencos del parque a cerca de setenta ejemplares , incluyendo flamencos rosas y enanos . En las próximas semanas, los visitantes podrán observar a los pequeños polluelos de plumón grisáceo. Algunos de ellos ya se aventuran a explorar la playa de sus instalación, mientras que los últimos en nacer permanecen todavía protegidos entre las plumas de sus progenitores. El proceso de incubación de los huevos ha sido supervisado por el equipo de cuidadores del parque, quienes acondicionan el entorno para replicar un cenagal de agua salobre. Este espacio proporciona el barro y la arcilla necesarios para la construcción de los nidos elevados. Durante la incubación, los cuidadores mantienen las condiciones necesarias de humedad y salinidad , minimizando además la limpieza para no causar estrés en la colonia. El nacimiento de los flamencos es un proceso que puede prolongarse hasta 48 horas. Los polluelos comienzan picoteando el cascarón gradualmente, un esfuerzo considerable que los deja exhaustos . Al romper el cascarón, los flamencos jóvenes consumen el vitelo del huevo y luego son alimentados con una sustancia hiperproteica conocida como leche de buche . Este alimento, de un color rojo intenso debido a su alto contenido en carotenos , es fundamental para su nutrición inicial. «Puede parecer sangre debido a su color, pero es vital para los polluelos», explica Javier Vicent, miembro del equipo de Zoología de Bioparc Fuengirola, «tal es el parecido que incluso, a veces, si al polluelo se le escurre por un lado del pico mientras los padres lo alimentan, puede llegar a asustar. Puede parecer que está herido, pero no, es esta sustancia» Durante los primeros días, los polluelos permanecerán en el nido y posteriormente comenzarán a explorar su entorno, formando pequeñas guarderías vigiladas por los adultos de la colonia.
