Los 5.388 nacimientos contabilizados en Castilla y León durante los cinco primeros meses del año insuflan un cierto aliento a las cifras demográficas, pues a razón de más de un millar de nuevos alumbramientos mensuales suponen un alza del 6,51 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. Muy por encima del incremento medio nacional del 0,91 y que sitúa a la Comunidad como la tercera en la que más aumentó porcentualmente el número de bebés que vieron la luz , sólo por detrás de Cantabria (11,30 por ciento) y Baleares (6,89), además de en el ciudad autónoma de Ceuta (10,25) y en un contexto en el que bajaron en siete autonomías. Unos datos que, según el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, suponen un «cambio de tendencia» que «da esperanzas» en la lucha contra la despoblación. Aún así, en declaraciones recogidas por Ical, animó a «no bajar los brazos». El aumento hasta mayo fue prácticamente generalizado, pues en relación con el mismo periodo de 2023 hubo más nacimientos en todas las provincias menos en Soria, en la única con menos, con 190 y un 7,34 por ciento menos. Fue el mayor descenso entre todas las provincias de España. En el otro extremo, Segovia, donde los algo más de 400 alumbramientos acumulados suponen un 20,79 por ciento más que el año anterior. Eso sí, en cifras absolutas, a la cabeza se sitúa en este periodo Valladolid, con 1.256 nacimientos, seguida de León, con 944. Según la estimación mensual de nacimientos publicada ayer por el INE (Instituto Nacional de Estadística), el grueso de madres se sitúa entre las que tiene de 30 a 44 años, donde se acumulan más del 65 por ciento (3.424 bebés). Eso sí, la franja de edad se estira desde los tres parturientas de menos de 15 años y las 110 de entre 15 y 19 a la que dio a luz un niño con más de 50. En el otro lado de la balanza demográfica, las defunciones, donde Castilla y León también se sitúa en el pódium, pero por ser la segunda en la que más aumentaron los fallecimientos: 6,60 por ciento (tras el 8 de Navarra). Hasta la semana 26 (primer semestre), 15.523 decesos, con cifras al alza en todas las provincias, salvo en Burgos y Salamanca, que sí experimentaron ligeras caídas. 5.655 personas ya superaban los 90 años al morir y el 85 por ciento ya había cumplido los 70. También perdieron la vida 19 niños de 0 a 4 años.
