Caitlin Clark tiene hechuras de grandeza. Abrazando las expectativas que la ponen a la altura de una jugadora generacional, rebelándose contra la excesiva dureza que emplean contra ella para poner a prueba sus costuras de novata, la base se pone a batir plusmarcas de todos los tiempos ya en su año de rookie: firmó 19 asistencias pese a la derrota de sus
Indiana Fever contra las Dallas Wings (101-93), registrando el número de pases de canasta más alto en un solo partido de la
WNBA. Seguir leyendo...
