En un mundo donde la diversidad lingüística es impresionante, el idioma con el alfabeto más largo del mundo destaca por su complejidad y riqueza. Este es fascinante por su estructura, ya que posee 72 letras, pero también por la historia del país que lo habla. Sus habitantes tienen un pasado marcado por una invasión estadounidense hace 54 años durante la guerra de Vietnam.
Ese idioma presenta un sistema de escritura abugida, derivado de un antiguo alfabeto de la India, el cual incluye 32 vocales y presenta una gramática sorprendentemente sencilla en comparación con otras lenguas. Aunque ese idioma destaca por su alfabeto, su país también es conocida por su historia de conflictos y migraciones significativas.
El jemer, idioma oficial de Camboya, posee el alfabeto más largo del mundo con un total de 72 letras. Este pertenece a la familia de lenguas austroasiáticas, dentro del grupo mon-jemer y tiene una historia que data de hace más de mil años. Utiliza su propio sistema de escritura, que es un abugida, donde cada consonante lleva una vocal inherente que puede modificarse con signos diacríticos. Lo que hace único al jemer es que, a pesar de tener un alfabeto extenso, su gramática es relativamente simple. No hay tiempos verbales, género, número ni artículos, lo que facilita su aprendizaje en algunos aspectos.
La diversidad lingüística es uno de los tesoros más grandes del mundo. Sin embargo, la UNESCO alerta que cuatro de cada diez idiomas están en riesgo de desaparecer, principalmente porque no se transmiten a las nuevas generaciones. En este contexto, el jemer sigue siendo robusto, hablado por millones de personas en Camboya, un país que tiene una población de aproximadamente 16 millones de habitantes.
En 1970, durante la guerra de Vietnam, Camboya fue escenario de una serie de operaciones militares llevadas a cabo por Estados Unidos y Vietnam del Sur. Estas incursiones, ordenadas por el presidente estadounidense Richard Nixon, tenían como objetivo eliminar a las fuerzas comunistas del Ejército de Vietnam del Norte y del Vietcong que se habían establecido en las regiones fronterizas de Camboya. La neutralidad y la debilidad militar del país asiático lo convirtieron en una zona segura para los comunistas, y les permitió establecer bases y reabastecerse.
El derrocamiento del príncipe Norodom Sihanouk y su reemplazo por el general proestadounidense Lon Nol en 1970 abrió la puerta para estas operaciones militares. A pesar de las intensas campañas, las fuerzas aliadas no lograron eliminar a muchas tropas comunistas ni capturar sus cuarteles. No obstante, se reclamó éxito por el material capturado. La invasión resultó en una victoria táctica para Estados Unidos y Vietnam del Sur, pero estratégicamente favoreció al norte de Vietnam.
La historia reciente de Camboya también se caracteriza por una notable emigración. Según los últimos datos, aproximadamente 1.104.819 camboyanos viven fuera de su país, representando un 7,05% de la población total. La emigración femenina supera a la masculina, con 591.815 mujeres frente a 513.004 hombres.
Tailandia es el principal destino para los emigrantes camboyanos, acogiendo al 62,61% de ellos. Estados Unidos y Francia también son destinos populares, con el 14,02% y el 6,56% respectivamente. Este fenómeno migratorio ha ido en aumento en los últimos años, lo que refleja las difíciles condiciones económicas y sociales que muchos camboyanos enfrentan en su país de origen.
