El pollo a la brasa, uno de los platos más populares y deliciosos que tiene para ofrecer la gastronomía peruana, se originó en Ate. Esto se debe a que el origen de este platillo se remonta a 1949, cuando Roger Schuler, un suizo residente en la localidad de Santa Clara y dueño de una granja de pollos, creó la receta de la mano de Franz Ulrich. Es así que uno esperaría que las pollerías en esta zona sean muy buenas, por lo que decidimos consultar las opiniones en Google Maps.
La aplicación de mapas de Google no solo sirve para dar direcciones o ubicaciones, también es bastante útil para conocer las opiniones que tienen los restaurantes y, en este caso, pollerías de Ate. Los millones de usuarios de Google Maps dan ratings que van desde una estrella a 5. Bajo estos diferenciales, vamos a clasificar los mejores locales que sirven pollo a la brasa en el distrito.
Todas las pollerías consideradas en este ránking tienen más de 340 reseñas en Google Maps. Solo se consideró una pollería por marca o franquicia. Dos de los restaurantes poseen 1.800 o más reviews. Dicha cantidad de opiniones demuestra la fama del local, así como de su pollo a la brasa, entre los usuarios de la aplicación y los comensales.
La historia de La Granja Azul, la primera pollería en Perú, se remonta a finales de la década de 1940. Su fundador, Roger Schuler, era un inmigrante suizo que se estableció en el distrito de Ate, Lima, después de la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente, Schuler se dedicó a la crianza de pollos en su granja ubicada en Santa Clara, pero pronto enfrentó dificultades económicas que lo llevaron a innovar.
En 1950, Schuler decidió cocinar sus pollos en una barra de metal que él mismo diseñó y los vendió bajo el lema "Todo el pollo que puedas comer por cinco soles". Esta estrategia resultó ser un éxito rotundo, y así nació la famosa pollería La Granja Azul. El concepto del pollo a la brasa, aderezado simplemente con sal y cocinado en hornos especiales. Pronto se convirtió en un fenómeno culinario.
La Granja Azul se destacó no solo por su deliciosa oferta de pollo a la brasa, sino también por sus innovaciones en el método de cocción. Junto con su socio Franz Ulrich, Schuler desarrolló un horno rotativo que permitía cocinar varios pollos a la vez, mejorando significativamente la eficiencia del proceso.
