Al margen de que muchos estudiantes alegan con más o menos credibilidad que han suspendido el examen porque se les quedó «la mente en blanco», es cierto que hay pruebas enrevesadas, verdaderos retos para los aspirantes al aprobado. Tan cierto como que, aun así, siempre hay algunos que lo consiguen. Pero hasta esa norma tiene sus excepciones y una acaba de producirse en Granada. La Universidad de Granada convocó el pasado mes de marzo un proceso selectivo de acceso libre para ingreso en la escala de auxiliares de archivos, bibliotecas y museos. Las plazas disponibles eran 17 y se inscribieron casi 900 personas, si bien al primer examen, que tuvo lugar el 7 de julio, se presentaron en torno a 550. Dos días más tarde, el tribunal de valoración anunció que, uina vez corregido ese primer examen, un test de cien preguntas, « no existen personas aspirantes que lo hayan aprobado «. Ninguna. Un caso inaudito, probablemente sin precedentes en España. Las reacciones no se han hecho esperar. La sección sindical de UGT en la Universidad de Granada califica el resultado de «desastroso» pero no culpa a los opositores sino al tribunal. «¿Qué pretendía con este examen?», se pregunta, para a renglón seguido exigir una nueva convocatoria y, naturalmente, también un tribunal distinto. UGT llama la atención sobre otro punto: entre los aspirantes había personas que ya habían estado trabajando como interinos durante años en esos puestos dentro de la universidad, lo cual, en teoría, les tendría que haber dado puntos. Pero ni por esas. Algunos de los aspirantes salieron llorando de la prueba. Otros, más de sesenta, han presentado reclamaciones. Es cierto que había preguntas que desde fuera, a quien no tenga ni idea de esas materias, les pueden sonar a mandarín, pero si estaban en el temario -cosa que, a la vista de los terribles resultados, hay quienes ponen en duda- se debieron acertar. Dos de esas preguntas las reproduce el diario Granada Hoy: «¿Cuáles son los requisitos establecidos por Tim Berners Lee en su esquema incremental de cinco estrellas para los datos abiertos enlazados (LOD)?» o «¿Cuál es la dirección que deben tomar las bibliotecas en el futuro según las conclusiones de las XVIII jornadas CRAI 2023?» Lo dicho: para el no iniciado, enigmas insondables. Para quienes hayan trabajado durante meses en la oposición, seguramente no tanto. Además, si era un examen tipo test, algunos acertarían aunque fuera de casualidad. Lo que no se sabe es el criterio de puntuación. O dónde se ha puesto el listón para aprobar , que según todos los indicios ha sido excesivamente alto. La propia Universidad de Granada se ha pronunciado, para decir que lamenta la situación y entiende «la frustración» de los aspirantes. Se compromete a «seguir mejorando los procesos de selección» para que esta situación «no se vuelva a repetir» y garantiza que esas plazas «no se perderán» y que se volverá a convocar un proceso selectivo «tan pronto como sea posible».
