En medio de la gran división política que vive Estados Unidos, el atentado fallido del pasado sábado contra Donald Trump hizo que las redes sociales se inundaran de teorías conspirativas de seguidores y detractores del expresidente, lo que generó más confusión y agravó la polarización.
Hay que tener en cuenta que fue el primer intento de magnicidio de un candidato presidencial en Estados Unidos en la era de las redes sociales. Varios expertos señalan que en momentos de mucha incertidumbre, como fue el fin de semana pasado donde se produjo un gran vacío de información, suele ser aprovechado por sectores extremistas para difundir especulaciones y desinformar.
A los pocos minutos del intento de asesinato ya empezaron a circular teorías conspirativas de todo tipo. Algunos simpatizantes de Trump culparon a la Administración de Joe Biden, a la izquierda internacional y al “Estado Profundo”.
Los detractores, en cambio, sostenían que el atentado sólo era un montaje del equipo de Trump o una “operación de bandera falsa”. El torrente de desinformación sobre el ataque que se produjo demuestra nuevamente que este problema está lejos de desaparecer y que afecta seriamente la comprensión real de la verdadera información.
En algunos casos está tan manipulados o fragmentados los datos que a la población le resulta difícil distinguir entre verdad y mentira, un serio problema que agrava seriamente la polarización política que hay en Estados Unidos.
A continuación, explicamos las tres teorías conspirativas que circulan por las redes a día de hoy tras el intento de magnicidio contra Trump:
1. Los “globalistas” o el “deep state” (Estado profundo)
Un sector de seguidores de Donald Trump sostiene que hay un grupo de poder secreto, por detrás del Estado, que desde las sombras ordenó el asesinato del magnate. Se conoce como “deep state” o “estado profundo” a una red misteriosa de funcionarios gubernamentales que operan en secreto cometiendo todo tipo de acto ilícito, para definir a su antojo la estructura de poder en Estados Unidos y el mundo.
La teoría de la conspiración es difundida por el movimiento de ultraderecha QAnon. Sus seguidores sostienen que el mundo está siendo controlado en secreto por una élite de pedófilos integrada por políticos demócratas, funcionarios y actores de Hollywood.
La red, señalan, se dedica al tráfico sexual de niños, adoran a Satanás y toman sangre de pequeños para rejuvenecerse. Para ellos, Trump es la víctima de esta organización porque intentó desarticularla.
2. Biden dio la "orden” de atentar contra Trump
La segunda teoría conspirativa más divulgada procede de la cuenta oficial del legislador republicano Mike Collins en X (Twitter). Fue lanzada tan sólo 35 minutos después del ataque. Sostiene que el presidente Joe Biden dio la orden de matar a Trump y como supuesta evidencia cita una frase del mandatario en plena campaña.
“Tengo un sólo trabajo, y ese es ganarle a Donald Trump. Estoy completamente seguro de que soy la mejor persona para lograrlo. Así que ya no hablemos más del debate presidencial. Es momento de poner el blanco en Trump”, aseguró Biden.
La frase existió, pero dentro del contexto político de la campaña y cuando se acrecentaban los llamamientos para que Biden diera un paso al lado tras el desastroso debate que protagonizó contra el magnate en la CNN.
Otra legisladora republicana, Marjorie Taylor Greene, afirmó lo mismo, propagando la teoría por las redes. Dijo directamente que había sido “el Partido Demócrata” quien había “intentado asesinar al presidente Trump” en Pensilvania.
3. Un montaje o una “operación de bandera falsa” del equipo de Trump
En este caso procede de los detractores de Trump, quienes sostienen que el ataque fue “preparado” por su equipo para orquestar las icónicas fotos del magnate con el puño en alto.
El término "montaje" empezó a ser tendencia en Twitter apenas una hora después del tiroteo. Y un usuario lanzó la teoría de que el expresidente estuvo “practicando” para este evento. “Ahora sabemos por qué Trump estuvo desaparecido durante 11 días. Estaban ensayando”, afirmó.
Otros escribieron en las redes que el hecho de que Trump haya tenido instantes para alzar el puño después del atentado y que eso haya sido fotografiado, refleja que todo se habría tratado de una “operación de bandera falsa”. Incluso señaló que la evidencia de ello es que no había “ni un solo herido en la multitud”. Algo falso, ya que murió una persona y otras dos resultaron heridas por los disparos.
Un usuario de TikTok con casi 4 millones de seguidores publicó un video el fin de semana que decía: "Es un poco raro que esto sea Estados Unidos y que los atacantes no fallen a menos que se les contrate para ello”. El lunes, el vídeo había sido reproducido más de 8 millones de veces y había recibido más de 1,2 millones de "me gusta".
La realidad de la investigación
No hay evidencias que demuestren que el atentado contra Trump haya sido un montaje ni que haya estado detrás alguna agencia del Gobierno. El FBI está investigando el caso como un acto de terrorismo doméstico, protagonizado por Thomas Matthew Crooks, un adolescente de 20 años con problemas.
Está confirmado que actuó sólo, aunque aún no se saben las causas. El “odio” político tampoco parece encajar, ya que era un conservador que seguía al Partido Republicano.