Un nuevo descubrimiento científico podría transformar la historia de la genética a partir de un avance respecto a los cromosomas artificiales que mantienen la estructura del genoma original. Este avance permitiría tratar y detectar con anterioridad distintas enfermedades mortales.
El estudio fue publicado en la revista Science y tomó las bases de una investigación conocida como Proyecto Genoma Humano. Este avance se conoce como HAC y toma su nombre de una sigla en inglés: Cromosoma Artificial Humano.
El desarrollo de los HAC tiene sus raíces en el Proyecto Genoma Humano, donde se desarrollaron los primeros vectores de clonación para aislar y amplificar el ADN. Estos cuerpos, introducidos en bacterias o levaduras, podían replicarse y servir como precursores de los HAC.
Desde ese avance, la tecnología ha evolucionado a pasos agigantados lo que permitió alcanzar nuevos hallazgos en biología molecular e ingeniería genética. Hace menos de 25 años, se inventaron los primeros micro cromosomas artificiales que ya contenían la estructura original del gen humano.
Este año, el estudio publicado en Science marcó un nuevo hito importante. Se logró crear un cromosoma artificial mucho más largo y complejo que sus predecesores, que imita de forma más cercana la estructura de un gen humano natural.
Para comprender la genética humana, es importante recordar que las instrucciones para construir un ser vivo de cero se encuentra en sus ácidos nucleicos (el ADN y el ARN que lo lee). Esa información se ve en los cromosomas que se decodifican y se construye un fenotipo.
Los famosos 23 pares provienen de los padres como eslabones de una cadena en forma de hélice (en las formas figuradas se ve como una X). El ácido desoxirribonucleico se forma de distintas bases conocidas como nucleótidos, en caso de alterarla se produce una mutación.
Estas modificaciones se convierten en enfermedades o afecciones según el caso de cada persona. En el último tiempo, estas manipulaciones se utilizan en el desarrollo de productos biotecnológicos como la insulina, vacunas y proteínas.
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Los 46 cromosoma forman una estructura definida en 23 pares y nos diferencia de otros seres vivos que tienen 24 o menos, como los chimpancés. En caso de afectar la conformación de este gen (centrómero-telómero-centros de replicación) también se puede modificar la génesis del ser humano.
Un cromosoma diseñado de forma artificial puede regular y modificar enfermedades, condiciones físicas y hasta funciones vitales. Por eso, el nuevo avance científico podría transformar para siempre la biología del cuerpo.
Introducir un gen específico permite estudiar una mutación y realizar un análisis más preciso sobre ciertas afecciones.
Los cromosomas artificiales permiten corregir defectos genéticos que traen problemas hereditarios. Este avance podría permitir tratar de forma algunas patologías como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
Su capacidad multigenética permite que funcionen como fábricas biotecnológicas complejas que generen reactivos para combatir el cáncer de forma personalizada desde el mismo cuerpo. El trabajo de varias proteínas en simultáneo sería fundamental.
En comparación con otras técnicas, los HAC no se integran al ADN natural y, por tanto, se evitan efectos secundarios no deseados como reacciones inmunológicas o alteraciones genéticas no previstas.