En la cámara frigorífica del Instituto de Medicina Legal de Alicante a la espera de que alguien reclame su cuerpo y se haga cargo de su entierro. Así se encontraban esta mañana los restos mortales de Margarita V., la ciudadana rusa de 36 años asesinada presuntamente por su marido con sendos disparos de escopeta en la cabeza el pasado fin de semana en el domicilio conyugal del barrio Raval Roig.