Las autoridades de EE UU obtuvieron información de inteligencia en las últimas semanas sobre un complot de Irán para intentar asesinar a Donald Trump, un acontecimiento que llevó al Servicio Secreto a aumentar la seguridad alrededor del expresidente en las últimas semanas, reportó CNN.
No obstante, no hay indicios de que Thomas Matthew Crooks, el individuo que intentó asesinar a Trump el pasado sábado, estuviera relacionado con el complot, dijeron las fuentes consultadas por la cadena.
No está claro si los detalles de la amenaza de Irán fueron compartidos con la campaña de Trump, que dijo en un comunicado: “No hacemos comentarios sobre los detalles de seguridad del presidente Trump. Todas las preguntas deben dirigirse al Servicio Secreto de los Estados Unidos”.
El Servicio Secreto recientemente “agregó recursos y capacidades de protección al equipo de seguridad del expresidente”, dijo el domingo el portavoz de la agencia, Anthony Guglielmi, en un comunicado.
Los funcionarios del Servicio Secreto han advertido repetidamente a la campaña de Trump contra la celebración de mítines al aire libre, que plantean mayores riesgos que los eventos a los que la agencia puede controlar mejor el acceso, dijeron personas informadas sobre el asunto. Las advertencias han sido de naturaleza más general, dijeron las fuentes.
En un momento durante este ciclo electoral, la campaña dejó de realizar eventos espontáneos extraoficiales en los que el Servicio Secreto no checaba a los invitados de antemano debido a preocupaciones de seguridad, le dijo a CNN una fuente familiarizada con el asunto.
Irán ha prometido en repetidas ocasiones venganza por el asesinato de Qasem Soleimani, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, por parte del ejército estadounidense, en enero de 2020. Y los ex altos funcionarios del gobierno de Trump que trabajaron en seguridad nacional han tenido estrictas medidas de seguridad desde que dejaron el gobierno.
En agosto de 2022, el Departamento de Justicia anunció cargos penales contra un miembro de la Guardia Revolucionaria por supuestamente intentar orquestar el asesinato de John Bolton, quien se desempeñó como asesor de seguridad nacional de Trump.
Los fiscales estadounidenses dijeron que el complot contra Bolton era “probablemente una represalia” por el asesinato de Soleimani. El exsecretario de Estado Mike Pompeo también fue objetivo del complot de asesinato iraní, según una fuente policial federal familiarizada con la investigación y una fuente cercana a Pompeo.
Durante meses, las autoridades han estado preocupados por la persistente amenaza de que Irán intente asesinar a exfuncionarios de Trump y al propio expresidente, según múltiples fuentes familiarizadas con el asunto. Pero la información de inteligencia reciente sugirió un aumento significativo en la amenaza, dijeron las fuentes a CNN.
Las advertencias sobre esa planificación operativa coincidieron con un notable aumento de mensajes en la red de cuentas iraníes y medios respaldados por el Estado que mencionan a Trump, lo que ha generado preocupaciones de seguridad entre los funcionarios estadounidenses, aseguró una de las fuentes a CNN.