El peso mexicano es la moneda más afectada por las ventas en los mercados de divisas, a medida que los administradores de dinero aumentan las apuestas a que Donald Trump logrará un segundo mandato en la Casa Blanca tras el intento de asesinato de este fin de semana.
La moneda llegó a caer hasta un 1.3 por ciento el lunes, antes de frenar su descenso para cotizar a 17.8 unidades por dólar. Las medidas de volatilidad esperada del peso subieron ya que la moneda enfrenta una doble amenaza: la retórica electoral de Trump y una serie de cambios políticos en México después de que el partido gobernante de izquierda obtuviera una supermayoría en el Congreso el mes pasado.
“Somos bajistas sobre las perspectivas del peso si Trump es reelegido”, dijo Aroop Chatterjee, estratega macro de Wells Fargo en Nueva York. Si bien la amplia propuesta arancelaria del candidato republicano y los llamados a frenar la inmigración a menudo provocan caídas repentinas en el mercado de divisas, “seguimos más preocupados por el contexto interno en México después de las elecciones de junio, que han abierto la puerta a cambios institucionales radicales”.
Las compras de dólares forman parte del llamado “Trump trade”, una estrategia que apuesta a que un segundo mandato del expresidente llevará a un proteccionismo comercial, altos déficits y presiones inflacionarias que hundirán los bonos a más largo plazo y empinarán la curva de rendimientos del Tesoro estadounidense. Eso ha perjudicado al peso.
En México, sin embargo, los operadores están enfocados en septiembre, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador se superpondrá con el nuevo Congreso antes de que su sucesora asuma el cargo. Ha propuesto cambios a los sistemas judicial, de pensiones y electoral.
“La gente no está mirando el panorama general aquí”, dijo Thierry Wizman, director de divisas globales y estratega de tasas de interés de Macquarie Futures. “Si la historia sigue siendo de desglobalización, y México no adopta ninguna política radical para disuadir la inversión, eso debería seguir apoyando al peso”.
Además, durante el primer mandato de Trump, el peso subió más de un 10 por ciento frente al dólar, superando a muchos de sus principales pares. El avance, según los analistas, se parecía más a un repunte de alivio que se aceleró cuando quedó claro que la versión de Trump de un acuerdo comercial de América del Norte incluiría a México.
“Las políticas comerciales de Trump podrían acabar teniendo más matices en la práctica”, dijo Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB, quien agregó que sus propuestas arancelarias “podrían tener más ladridos que mordiscos”.