El Gobierno anunció este martes que eliminaba el control aduanero del etiquetado de textiles y calzados que ingresan al país. El objetivo, según señalaron, es bajar "el costo de la burocracia y facilitar los procesos de importación". El control ahora pasará a realizarse ex post para asegurar el cumplimiento del etiquetado.
La medida se desprende de la norma que obliga a que los productos que se comercializan en el país tengan una etiqueta en la que figuren los datos de la compañía y las características del producto, que en el caso de textiles y calzados, son útiles para el consumidor, pero no representan atributos de seguridad.
Previo a la modificación del martes, el etiquetado debía hacerse en origen y, en caso de no contar con él, se debía pedir autorización a la Secretaría de Industria y Comercio para el reetiquetado local.
Según dijeron desde la Secretaría de Comercio, el cambio en esta medida evita procesos arbitrarios, burocráticos y costosos que podían demorar significativamente la disponibilidad de la mercadería. En 2023, estos trámites representaron más de 1.500 expedientes.
A partir de esta modificación, las empresas deberán arbitrar los medios para que los productos cuenten con el etiquetado previo a su comercialización y la fiscalización será realizada por la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, para asegurar que los productos cuenten con la etiqueta.
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