Castelldefels es el municipio del sur del litoral barcelonés con más oferta de restauración, pero le faltaba cubrir la cima de su pirámide de Maslow o jerarquía de las necesidades humanas, con un establecimiento exclusivo donde no se ofrezca ni paellas ni cava, pero sí todas las marcas de champagne, ostras, caviar, marisco y pescado salvaje de lonja o un brunch-espectáculo los domingos, con sala con otro bruch para los peques en el piso de arriba, y todo ello envuelto con una atención digna de la Guía Michelin. Incluso tienen Frenche Bloom, un champagne sin alcohol que causa sensación entre los abstemios . El nuevo establecimiento se antoja un refugio-boutique en el corazón turístico de Castelldefels y un referente gastronómico para los paladares más exquisitos. De lunes a domingo, abre todas las tardes y noches y también a mediodía los jueves, viernes, sábados y domingo. Cuidan todos los detalles, que comienzan en la discreta puerta lateral al paseo, dura por parte del jefe de sala Raúl con quienes intentan entrar en bañador. Se recomienda reservar, puesto que, lejos de doblar servicios como hace la mayoría de los restaurantes, los comensales en Oh La La gozan de largas sobremesas sin que les quiten los vasos para que se vayan. La propuesta gastronómica mezcla la elegancia francesa con la frescura de los productos de proximidad de la huerta del Parque Agrario del Baix Llobregat . La pareja francesa Aydrey Giner y Hedi Mesme, con más de una década de dedicación a la hostelería de lujo en Francia (París, Courchevel, Saint Tropez y Mónaco) ha alquilado al ex jugador blaugrana Messi una de las fincas más importantes que tiene, concretamente en el Paseo Marítimo, 196 de Castelldefels que, tras ser reformada con gusto, acoge un coqueto restaurante para solo 28 comensales, una terraza-jardín con coctelería aislada de la vorágine playera y un espacio privado para eventos de empresa y celebraciones. El chef Antonio Miguel Rodríguez es el responsable de la carta y también de las gastrotapas. Recomendable el set degustación por 25 euros integrado por coulant de berenjena ahumada y el romesco de la casa; aceitunas manzanilla y compañía que se comen de un bocado y explotan; bombón de queso de vaca Golani; frambuesa de foie; buñuelo de brandada de bacalao y bocado de atún Balfegó y caviar Nacarii. Ideal para maridar con una copa de champagne a partir de 14 euros. En cuanto a los menús, disponen de tres modalidades a partir de 69 euros por persona, sin olvidar el bruch dominical. Hasta el pan es lujoso, porque sirven un surtido de masa madre con mantequilla ecológica, huevos y mermelada de tomate (9 euros). Las ostras Amelie Speciale De Claire número 2 natural, seis unidades 24 euros, o a la brasa, 30 euros, pero también las gallegas al natural 3 unidades por 12 euros. Las gambas rojas ahumadas, navajas, hummus de garbanzo y pimiento al carbón, carpaccio de ventresca de atún Balfegó y un largo etcétera integran la oferta gastro, que se completará en próximos días con un gazpacho que se servirá con sifón como si fuera champagne y en copa cubierta por una tapa todavía secreta . En cuanto a los platos principales, la brasa es una de las especialidades del restaurante, que se precia de ofrecer solo el pescado y marisco salvaje que les llega directamente de la lonja y que se haya capturado la noche anterior, nada de piscifactoría y mucho menos de congelados. Y de carnes, sobresale el chuletón de vaca madura del Pirineo (800 gramos por 80 euros) o las costillas de ternera (35) sin olvidar la amplia oferta de la huerta con jugosas y frescas verduras y hortalizas, con una selección de temporada a la parrilla por 16 euros, entre otros platos. Y si solo se desea una tortilla, las hacen cremosas y trufadas. En Oh La La se precian de tener en su bodega todas las referencias de champagne, empezando por Perrier Jouët, que es el patrocinador de la selvática coctelería y sus copas florales, donde Jorge González elabora sus mixturas (excelente el cóctel Mimosa a base de ese champagne), pero también disponen de Moët & Chandon, Krug, Mumm, Taittinger, André Clouet, Kruc, Dom Pérignon, etcétera. Y en cuanto a vinos, sólo señalar que el de la casa, marca Oh La La, procede de Saint Tropez, de Hoenoa, Côtes de Provence, tanto el tinto como el blanco o rosado . También tienen su propio aceite de oliva, macarons y helado de champagne. Próximamente, dispondrán de una tienda donde los comensales podrán comprar todas las referencias que prueben. También acarician la idea de abrir un hotel de lujo y un Beach Club de la misma categoría en la mismísima playa. Tiempo al tiempo, porque acaban de comenzar. Oh La La es de visita obligada para los residentes de Castelldefels con posibles, porque no tendrán que desplazarse a Barcelona para almorzar o cenar en un ambiente exclusivo o simplemente disfrutar del tardeo. Y para compensar la falta de aparcamiento durante los fines de semana en Castelldefels, el restaurante ofrece enviar un taxi al domicilio de los clientes, que los devolverá a casa sin preocuparse de dar positivo en champagne o cócteles . La oferta alcanza al resto de poblaciones del sur de Barcelona, incluida la capital en el caso de reservas para 4 personas. Bon appétit!