La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció ayer un supuesto acuerdo entre Sumar y el PSOE para derogar la conocida como ley mordaza. El esfuerzo por ganar foco desde Bruselas, mientras Irene Montero fracasaba en su intento por ser elegida presidenta del Parlamento Europeo en Estrasburgo, apenas le ha durado unas horas. Al poco de realizar el anuncio fallido, la vicepresidenta Montero y la ministra portavoz, Pilar Alegría, han rebajado las expectativas de Díaz y han circunscrito la reforma a la rebaja penal de los delitos por injurias y calumnias. Los sucesivos fracasos electorales de Díaz y su renuncia a seguir liderando Sumar han menoscabado visiblemente su perfil político. En lo que atañe al PSOE, sorprende su apuesta despenalizadora en la reforma de la norma, pues hace apenas unos meses el partido denunció ante la Fiscalía el apaleamiento de un pelele que simulaba ser el presidente del Gobierno. Antes de legislar, convendría que aclararan su tolerancia liberal.