La terapia hormonal sustitutiva (THS) que se usa para el tratamiento del cáncer de mama está asociada con menor riesgo de enfermedad de Alzheimer y demencia en mujeres de más de 65 años, según afirma un estudio publicado en 'JAMA Network Open' . El análisis retrospectivo se basa en datos de más de 18.000 mujeres con cáncer de mama en EE UU: dos tercios de ellas habían recibido terapia hormonal y un tercio no. Este « efecto protector » de la terapia hormonal se reduce con la edad y varía según el grupo étnico. El estudio, uno de los más grandes de su tipo, fue liderado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh y el Instituto de Investigación Magee-Womens (EE.UU.). Los resultados muestran que, aunque la THS ofrece protección contra la demencia en general, dicha protección varía según la edad y la raza. «Estos hallazgos subrayan la importancia de considerar los factores individuales de cada paciente al recetar medicamentos o desarrollar planes de tratamiento para el cáncer de mama», explica Francesmary Modugno , autora principal del estudio y profesora en la Universidad de Pittsburgh. «No hay una solución única para todos. Necesitamos pensar en cada paciente de manera individual para optimizar los resultados y minimizar los riesgos ». El equipo de investigación utilizó una base de datos federal de personas mayores de 65 años. Identificaron a mujeres diagnosticadas con cáncer de mama entre 2007 y 2009, excluyendo a aquellas con antecedentes de alzhéimer o uso previo de THS. De las 18.808 pacientes que cumplían los criterios, el 66% recibió HMT en los tres años siguientes al diagnóstico. Durante un promedio de 12 años de seguimiento, el 24% de las usuarias de THS y el 28% de las no usuarias desarrollaron demencia. El estudio encontró que la THS se asoció con una disminución general del riesgo de desarrollar demencia, pero este efecto protector disminuyó con la edad. Las mujeres negras de 65 a 74 años que usaron THS tuvieron una reducción del 24% en el riesgo de desarrollar demencia, mientras que en las mujeres blancas de la misma edad, la reducción fue del 11%. «El estrógeno tiene efectos neuroprotectores, por lo que estas terapias podrían influir en el riesgo de demencia imitando al estrógeno o modulando los niveles del receptor de estrógeno», explica Chao Cai, profesor adjunto en la Universidad de Carolina del Sur . «La THS también podría afectar la eliminación de la proteína beta-amiloide y la salud vascular, factores cruciales en la salud cerebral». Una limitación del estudio fue su enfoque en pacientes mayores de 65 años. En futuras investigaciones, los científicos planean incluir a mujeres más jóvenes para entender mejor el vínculo entre la THS y el riesgo de demencia. «Es esencial personalizar los planes de tratamiento para el cáncer de mama, considerando los factores individuales de cada paciente- concluye Modugno. Se necesita más investigación para entender los mecanismos detrás de esta asociación y proporcionar una orientación más clara sobre el uso de la THS ». En declaraciones a Science Media Centre , Pluvio Coronado, jefe de la Unidad de Oncología Ginecológica Hospital Clínico San Carlos de Madrid y profesor titular de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Complutense de Madrid, matiza que no deja de ser retrospectivo, y esto implica sesgos de selección. En general, «se limita a comparar las mujeres con cáncer de mama hormonodependiente versus las con cáncer no hormonodependiente, con diferente pronóstico y manejo». Coronado señala que la investigación « no analiza a las mujeres más jóvenes de 65 años y no sabemos si el efecto de estas terapias en ellas tiene el mismo beneficio . Tampoco se describe en el estudio el tiempo de uso de la terapia, que podría ser relevante». En definitiva, el experto suscribe lo que los autores dicen: «el tratamiento de la mujer siempre debe individualizarse y, aunque con sesgos, es el estudio más relevante publicado hasta ahora que informa de que la terapia hormonal para el cáncer de mama carece de efecto adverso respecto al riesgo de demencia, y que según la edad y etnia puede ser un factor beneficioso (además de elevar la supervivencia por cáncer de mama)». Y añade que, « para la práctica clínica no tendrá demasiado impacto , ya que la indicación de uso o no de terapia hormonal está establecida por protocolo y se ha visto mejora de la supervivencia; si además no afecta a la memoria, mejor. En las mujeres con más de 75 años, donde parece no beneficioso, no creo que se evite dar el tratamiento si es necesario por este dato. Así que se necesitan más estudios».