La llegada las altas temperaturas lleva consigo la aparición de las moscas que, además de ser muy molestas e insistentes, pueden ser fuentes de transmisión de enfermedades como disentería, diarrea, cólera, fiebre tifoidea, lepra, Ántrax, tularemia, tuberculosis o poliomielitis. Estos incómodos animales alados mueren durante el invierno pero cuando suben las temperaturas se reproducen a gran velocidad.
Una sola mosca doméstica puede poner hasta 500 huevos en tres o cuatro días y repetir el ciclo varias veces durante toda su vida, que suele ser de 15 a 25 días, aunque en ocasiones pueden llegar a sobrevivir hasta dos meses. Por ello, cuando se instalan en un hogar es muy difícil acabar con ellas y, de no tomarse medidas, pueden llegar a instalarse y reproducirse. Pero hay una solución novedosa y económica para acabar con ellas dentro de casa. Aquí te lo contamos.
Las moscas son unos insectos insoportables. Además, el calor ambiental no hace más que aumentar más su pesadez y aparición, lo que hace que soportarlas sea todavía más insostenible. Sin embargo, existe un truco casero para ahuyentarlas del hogar que no incluye ningún compuesto químico que sea dañino para la salud: el papel de aluminio.
Este truco casero se basa en la reflexión de la luz que, lo que hace, es crear destellos que desorientan a estos insectos. Para usarlo, lo único que hay que hacer es colocar el papel de aluminio en tiras o en trozos grandes en las zonas en las que se quiera repeler a las moscas, como por ejemplo en puertas o ventanas. Además, también se pueden colgar del techo, ya que el movimiento aumenta los efectos de este método casero al incrementar los reflejos de luz, por lo que es más efectivo.
Este truco es muy popular y funciona exactamente igual que cuando se usan CDs y DVDs en las terrazas o ventanas para ahuyentar a los pájaros y palomas. Por ello, con este sencillo truco libre de compuestos químicos, podrás disfrutar de un verano sin moscas dentro de tu casa, algo casi inimaginable a estas alturas.
Son muchas las razones, pero la fundamental es que las altas temperaturas hacen que se consuman más bebidas azucaradas, que son sus favoritas, y hace que los productos se pudran antes. Además, les permitimos entrar en nuestras casas porque con el calor solemos abrir las ventanas para que entre aire fresco, y eso lo aprovechan estos animales alados.
