En colaboración con infiniTE, la NASA diseña un robot para investigar las profundidades del océano en los próximos años.
La NASA ha dado un paso significativo en la exploración oceánica con el desarrollo de un nuevo robot submarino. Este avance promete transformar nuestra capacidad para investigar las profundidades del océano, un entorno en gran parte inexplorado debido a sus extremas condiciones. La colaboración entre la agencia espacial estadounidense y empresas tecnológicas ha resultado en una creación que podría revolucionar el futuro de la investigación marina.
Este robot submarino representa un hito en la exploración del fondo marino. Diseñado para enfrentar los desafíos más formidables de las profundidades oceánicas, su implementación abre un mundo de posibilidades para científicos y exploradores. A medida que se revelen más detalles sobre sus capacidades, quedará claro cómo este desarrollo cambiará nuestra comprensión del océano.
La NASA, en colaboración con la empresa Seatrec, ha desarrollado un robot submarino capaz de operar de manera autónoma en las profundidades del océano. Este robot utiliza una tecnología innovadora llamada infiniTE, basada en materiales de cambio de fase. Esta tecnología permite al robot generar su propia energía durante las inmersiones, transformando energía cinética en energía eléctrica a través de un proceso de expansión y contracción de materiales como la parafina.
"Realmente tuve la oportunidad de conocer los desafíos de la robótica submarina, y especialmente de la energía, y me decidí por este cuello de botella particular que quiero abordar”, dijo Yi Chao, participe de esta innovadora propuesta.
Una de las características más destacadas de este robot es su capacidad para recargar sus baterías de forma autónoma. Cuando se sumerge, el agua fría provoca la congelación de la parafina, generando una expansión que acciona un motor para recargar las baterías. Una vez agotada la energía, el robot emerge a la superficie para repetir el proceso. Este ciclo continuo permite inmersiones prolongadas sin intervención humana, convirtiéndolo en una herramienta clave para la exploración del fondo marino.
Además, la compañía está trabajando en un proyecto para equipar flotadores con micrófonos submarinos para cuantificar el sonido en el océano. Estos micrófonos ayudarían a los barcos de carga a evitar colisiones con ballenas y también son de interés tanto para los grupos conservacionistas como para la Marina. Esta iniciativa complementa el uso del robot submarino, proporcionando datos valiosos para la conservación marina y la navegación segura.
El diseño robusto del robot le permite soportar la alta presión de las profundidades oceánicas, un desafío que ha limitado muchos proyectos anteriores. Gracias a su capacidad de operar de forma ininterrumpida y autónoma, se abren nuevas oportunidades para la investigación científica, permitiendo estudios detallados y continuos del entorno marino. Este robot representa un gran avance en nuestra capacidad para explorar y entender los misterios del océano profundo.
