Miguel Pinto es actualmente un médico cirujano que se graduó de la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) en el año 2019. Tras, terminar la carrera en la facultad de San Fernando, tuvo diversas experiencias en el campo de la medicina cardiovascular, que hizo que se decidiera por postular a una maestría en la Universidad de Harvard.
“Agradezco las oportunidades y experiencias con queridos maestros sanfernandinos que me permitieron apostar por esta maestría que resulta ser un privilegio y una responsabilidad”, expresó en una entrevista para Andina.
Miguel cuenta que el proceso para ingresar a la Escuela de Medicina de Harvard no fue nada sencillo. Lo primero que le solicitaron fue el curriculum vitae, el cual incluía el promedio ponderado y la excelencia académica, así como una carta de intención de aplicación que refleje su interés por la maestría.
Agrega, que para postular a esta maestría se debe contar con título profesional y enviar los reportes de notas de todos los años. Además, de aprobar el examen TOEFL con un puntaje mayor o igual a 100 para las maestrías en Harvard, pero recalca que cada escuela maneja sus criterios.
“En mi caso resultó la parte más difícil. A pesar de haber concluido el inglés de una buena institución en Canadá, este examen ameritó una preparación especial para conocer su estructura, las clásicas preguntas tipo y las mejores formas de responderlas”, explicó.
Adicional a todo lo anterior mencionado, presentó cartas de recomendación de sus maestros y mentores de la facultad San Fernando: Dr. Luis Podestá, Dr. Alberto Perales y Dr. Julio Morón.
Tras realizarle esta consulta al médico Pinto, aseguró que muchos jóvenes padecen el síndrome del impostor. "Hay que lidiar mucho con este síndrome del impostor desde adentro, desde uno mismo. La institución debería ayudar mucho a los estudiantes. En San Fernando (UNMSM) hay estudiantes brillantes, pero que muchas veces las circunstancias no son las mejores y debemos trabajar en eso".
Agregó que los jóvenes debemos creernos que es posible estudiar en el extranjero y cumplir los sueños.
De acuerdo con Miguel Pinto, todo joven estudiante que busque estudiar en el extranjero, lo primero que deberá hacer es aterrizar su sueño. Plantear una ruta y creer en uno mismo, para así poder tener un plan conciso de los pasos que hará para alcanzar su meta.
